Por: Jesús Salvador Martínez Bastidas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire tanto del exterior como de interiores es la presencia en él de agentes químicos, físicos o biológicos que alteran las características naturales de la atmósfera.
Información de PROAIRE nos señala que la contaminación del aire es un problema que se percibe en la mayor parte del mundo porque modifica el comportamiento de los ecosistemas y afecta a la salud.
Cuando se alcanzan en la atmósfera concentraciones elevadas de ciertas sustancias durante suficiente tiempo, se producen daños en los seres humanos, las plantas o la vida animal. En los objetos y estructuras fabricadas por el hombre, se observan cambios de temperatura y del clima, o aparecen dificultades para el disfrute de la vida.
La Organización de las Naciones Unidas afirma que la contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muertes y enfermedades. Por ejemplo, en 2016 la contaminación del aire en interiores y exteriores causó alrededor de 6.5 millones de muertes prematuras en todo el mundo.
Los datos de la OMS muestran que casi toda la población mundial, respira un aire que supera los límites recomendados por la Organización y contiene altos niveles de contaminantes; además, estos datos indican que la exposición es más elevada en los países de ingresos medianos y bajos.
La contaminación del aire significa elevados costos para la economía, la productividad laboral, la atención sanitaria y el turismo, motivos más que suficientes para justificar cualquier inversión en controlar y combatir la contaminación.
Lee también: Calidad del agua en los ríos de CuliacánPor esa razón el principal propósito de la gestión de la calidad del aire es proteger la salud de la población, lo que es posible mediante los registros de las concentraciones de los contaminantes medidos con estaciones que conforman los sistemas de monitoreo atmosférico.
Los contaminantes que se pueden medir con estas estaciones de monitoreo son las partículas menores o iguales a 10 micrómetros (PM10), las partículas menores o iguales a 2.5 micrómetros (PM2.5), el ozono (O3), el bióxido de azufre (SO2), el bióxido de nitrógeno (NO2) y el monóxido de carbono (CO). En 2021, la OMS actualizó las directrices mundiales sobre la calidad del aire para alcanzar una calidad del aire que proteja la salud de la población.
Para el desarrollo sostenible, nos conviene tener una buena calidad del aire, en particular en las ciudades y las zonas urbanas de los países en desarrollo, donde los niveles de contaminación atmosférica son superiores a los límites establecidos en las directrices sobre calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud.
Gracias al creciente interés de la comunidad internacional por el aire limpio, la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2020 proclamó el 7 de septiembre como Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul.
Medir la calidad del aire nos ayuda a prevenir y poder realizar acciones para evitar problemas ambientales y de salud en la población, actualmente muchas ciudades del mundo realizan monitoreos, pero todavía falta que más ciudades se unan a un programa que les ayude a medir la calidad del aire, de esta manera las personas de ciudad del mundo podemos vivir de manera segura en nuestras casas, espacios públicos y disfrutar de un medio ambiente limpio.
Según información de gobierno de México, El impacto de la contaminación atmosférica puede mitigarse con propuestas como estas:
- Reducir el uso de vehículos y utilizar el transporte público, la bicicleta o caminar.
- Usar el agua de forma racional, lo mismo que la energía eléctrica.
- Consumir productos ecológicos, evitar la adquisición de productos plásticos. Aplicar la regla de las tres R: Reduce-Reutiliza-Recicla.
- Elegir productos no tóxicos para el medio ambiente al decorar, remodelar o modificar casas, oficinas, tiendas, etcétera.
- Optar por sistemas de calefacción de alta eficiencia y calidad, cuya vida útil esté garantizada para operar durante muchos años.
- Evitar quemar basura o cualquier otro tipo de desecho.
- Usar energía renovable.
- Educar a niños, familiares y amigos en la preservación del medio ambiente.