Por: Luna Lizárraga
Las responsabilidades fiscales de una persona física o moral pueden ser un dolor de cabeza en la gestión de las finanzas del hogar o de nuestro negocio. Nada puede empeorar más la situación que ser culpado de evasiones fiscales que no cometimos deliberadamente, como en el caso de una factura falsificada. Por eso, debemos estar atentos a los documentos que nos presentan y comprobarlos antes de que resulten en problemas de fraudes fiscales.
Por fortuna, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) protege a los contribuyentes con herramientas para comprobar la autenticidad de facturas electrónicas. Para utilizarla debemos acceder al portal de Verificación de comprobantes fiscales digitales por internet con el que se comprueba fácilmente si la factura está avalada por el SAT. El portal nos pide ingresar:
- Folio fiscal: una serie de 32 caracteres alfanuméricos divididos en 8-4-4-4-12 caracteres (Por ejemplo, H85FB96D-BL3D-4RGB-P589-7F9H3A4R2TM1). Un método sencillo de comprobar una factura es ver si sigue este patrón.
- Registro Federal de Contribuyente (RFC) del Emisor.
- Registro Federal de Contribuyente (RFC) del Receptor.
- Ingresar un Captcha o código de seguridad.
Debemos considerar que existe un periodo de entre 48 y 72 horas desde la fecha de expedición de la factura antes de que aparezca en el sistema. Si aparece en pantalla el mensaje “el comprobante no se encuentra registrado en los controles del Servicio de Administración Tributaria”, y ha pasado ya este periodo, seguramente nos encontramos ante un documento falso y de nula validez ante el SAT.
Esta no es la única manera en que se puede falsificar una factura. Simón Díaz de El20.mx informa que en ocasiones la factura puede figurar en el sistema, pero asociada a un contribuyente que no corresponde a quien la expidió. Un mal proceso de registro que no envíe la factura al portal del SAT, cancelaciones sin notificación a receptor o contribuyentes en lista negra también pueden causar problemas a tu salud fiscal (El Economista, 2019). Recuerda ser precavido en los procesos de facturación.