Energías renovables y su potencial

Por: Jesús Salvador Martínez Bastidas

Los combustibles fósiles son fuente de energía no renovable y esto quiere decir que tardan millones de años en formarse, los principales combustibles de este tipo utilizados por los humanos son el carbón, el petróleo y el gas. Cualquiera de estos produce energía al quemarse, pero también provocan emisiones dañinas en forma de gases de efecto invernadero (GEI) como el dióxido de carbono, entre otros.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que las energías renovables son un tipo de energías derivadas de fuentes naturales que llegan a reponerse más rápido de lo que pueden consumirse. Un ejemplo de estas fuentes es: la luz solar y el viento; estas fuentes se renuevan continuamente. Las fuentes de energía renovable abundan y las encontramos en cualquier entorno.

Las energías renovables producen mucho menos emisiones que la quema de combustibles fósiles. Si podemos poco a poco sustituir el uso de estos combustibles por energías renovables o energías limpias seria fundamental para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir la crisis del cambio climático. Según datos de la ONU, hoy en día las energías renovables son más baratas en la mayoría de los países y generan tres veces más puestos de trabajo que los combustibles fósiles.

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Una de las energías renovables que se considera más abundante y con más potencial es la energía solar, tanto así que la energía que intercepta la tierra es 10,000 veces mayor a la que los humanos consumimos actualmente. Esto quiere decir que tendríamos energía de sobra y sin emisiones.

Las tecnologías solares pueden producir calor, refrigeración, luz natural, electricidad y, también, combustibles para multitud de aplicaciones. La energía solar convierte la luz solar en energía eléctrica, ya sea mediante paneles fotovoltaicos o a través de espejos que concentran la radiación solar y los paneles tienen una vida útil de hasta 30 años.

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En una publicación de National Geographic se menciona que actualmente la utilización de energía solar en el mundo ha aumentado considerablemente, tanto que ya son muchas ciudades en muchos países donde la están implementando, el sector está liderado por China, que cuenta con más de 225 GW (Gigawatts o Gigavatios) de capacidad instalada, seguida por los Estados Unidos 76 GW, la Unión Europea 72 GW y la India 38 GW.

La energía solar está demostrando ser una opción segura, limpia, fiable y barata en todo el mundo. Más concretamente en América Latina, que tiene una gran abundancia de la fuente.

En la actualidad, América Latina cuenta con una capacidad solar fotovoltaica instalada de 23,5 GW. Para 2026, se predice que la región alcanzará el quinto lugar entre las zonas analizadas, superando los 54 GW.

Entre los mayores productores de energía solar en América Latina, se encuentra Brasil responsable del 40% de la potencia instalada en la región. Le sigue México, que representa el 28%, Chile con el 16%, Argentina en cuarto lugar con el 4% y Honduras en quinto lugar, representando el 3% de la capacidad.

El INECOL señala que, en México la cantidad de energía generada a partir de fuentes renovables se duplicó entre 2010 y 2019, contándose hasta 2019 con 50 parques fotovoltaicos ubicados en 15 estados, 68 parques eólicos en 14 estados, cuatro proyectos geotérmicos operando en cuatro estados, y 66 hidroeléctricas distribuidas en 15 estados del país.

Pasando a otra fuente de energía, tenemos a la energía eólica, que es la que se produce por medio del viento con la utilización de turbinas que giran produciendo electricidad con el movimiento, estas suelen colocarse en tierra, en mar y agua dulce sobre la superficie acuática. La energía eólica se ha utilizado por siglos, pero con las tecnologías modernas son capaz de producir electricidad en grandes proporciones.

La energía geotérmica utiliza la energía térmica disponible del interior de la Tierra. El calor se extrae de unos depósitos geotérmicos a través de pozos u otros medios. Esta tecnología, que consiste en la generación de electricidad por medio de depósitos geotérmicos, ya resulta madura y fiable. Esta energía lleva más de 100 años utilizándose.

La energía hidroeléctrica aprovecha la energía que produce el movimiento del agua cuando se eleva o desciende de forma pronunciada. Puede generarse a partir de embalses y ríos. La energía hidroeléctrica supone en la actualidad la mayor fuente de energía renovable dentro del sector de la electricidad.

La energía oceánica deriva de las tecnologías que utilizan las energías térmicas del agua marina, las olas o las corrientes de agua, por ejemplo, para producir electricidad o calor. El potencial teórico de la energía oceánica supera cualquier necesidad energética actual en los seres humanos.

La bioenergía se produce a partir de diversos materiales orgánicos, denominados biomasa, como la madera, el carbón, el estiércol, otros abonos utilizados para la producción de calor y electricidad, y también existen cultivos agrícolas destinados a biocombustibles líquidos. La mayor parte de la biomasa se utiliza en las zonas rurales para cocinar, aportar iluminación y calor.

Sin duda nuestras necesidades energéticas no podrán ser solventadas por mucho tiempo por las energías no renovables como el petróleo y el gas, ya que son energías limitadas, por esa razón la evolución y utilización de las energías limpias es la clave para el futuro de los seres humanos y de nuestro planeta, porque además de ser ilimitadas también son la mejor alternativa para combatir el cambio climático y pasar a una nueva era de la humanidad, la era donde nuestra forma de vida puede ser amigable con el medio ambiente.

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