Programa Redspira

Por: Jesús Salvador Martínez Bastidas

El problema de la calidad del aire se ha acrecentado debido a los peligrosos niveles de contaminación que se han alcanzado en muchas ciudades del mundo, ocasionando problemas de salud a la población, tales como rinitis alérgica, agudizaciones de asma o incluso enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.

La Organización de las Naciones Unidas afirma que la contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muertes y enfermedades.

Cada año mueren en el mundo unos 10 millones de personas por los efectos agudos y acumulativos de la contaminación atmosférica y hasta ocho millones de esas muertes están relacionadas con las partículas producidas por la quema de combustibles fósiles.

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Los datos de la OMS muestran que casi toda la población mundial, respira un aire que supera los límites recomendados por la Organización y contiene altos niveles de contaminantes; además, estos datos indican que la exposición es más elevada en los países de ingresos medianos y bajos.

La contaminación del aire significa elevados costos para la economía, la productividad laboral, la atención sanitaria y el turismo, motivos más que suficientes para justificar cualquier inversión en controlar y combatir la contaminación.

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Por esa razón el principal propósito de la gestión de la calidad del aire, es proteger la salud de la población, lo que es posible mediante los registros de las concentraciones de los contaminantes medidos con estaciones que conforman los sistemas de monitoreo atmosférico.

Medir y evaluar el impacto de la contaminación el aire es indispensable. Y para tal efecto se requiere un sistema de monitoreo de la calidad del aire que nos permita conocer los índices de la contaminación en diferentes puntos de una zona geográfica determinada, de forma precisa, eficiente y económica, a fin de ubicar sus fuentes y diseñar las estrategias adecuadas para reducirla, procurando que no exceda los niveles establecidos por las instituciones oficiales.

La Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) en su artículo 112 señala que los gobiernos de las entidades federativas, los Municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, deberán establecer y operar sistemas de monitoreo de la calidad del aire, pero en buena parte del territorio nacional no se realizan estas mediciones. De acuerdo con la Secretaría de Salud Federal, sólo 4 de cada 10 mexicanos viven en ciudades o zonas en donde se realiza un monitoreo de la calidad del aire.

Hace algunos años Mexicali resulto evaluada como una de las ciudades más contaminadas de México y América Latina, derivado del incremento anual de muertes prematuras relacionadas con contaminación atmosférica y un impacto negativo en medios de comunicación.

Mexicali sólo cuenta con 3 estaciones de monitoreo normativas, todas en la ciudad, las cuales resultan insuficientes atendiendo al tamaño del municipio y a la creciente población. Desafortunadamente el costo de cada estación asciende a $5´000,000.00 de pesos, en tanto el mantenimiento anual a $500,000.00 pesos, por lo que su adquisición es financieramente poco viable.

La Red Colaborativa de Monitoreo Ambiental REDSPIRA surge en el año 2018 como una iniciativa de responsabilidad social, con el propósito de ofrecer una solución a esa problemática. Esta plataforma tecnológica se encuentra integrada por hardware y software. El hardware se compone por sensores de bajo costo instalados en diferentes puntos de una determinada área geográfica, diseñados por la empresa Certuit Software para medir la contaminación del aire; en tanto el software comprende tanto aplicaciones móviles como un portal web que despliega de manera georreferenciada la ubicación de los sensores y sus mediciones.

Una ventaja que ofrece REDSPIRA, gracias a su naturaleza colaborativa, consiste en su capacidad para integrar infraestructura de monitoreo y datos sobre calidad del aire recolectados tanto por autoridades ambientales como por ciudadanos en una plataforma común. De hecho, gracias a esta característica y a los convenios celebrados con las autoridades competentes, se incluyen en la red de las mediciones arrojadas por las estaciones de monitoreo oficiales.

Su solución permite la creación o fortalecimiento de las redes de monitoreo en regiones en donde debido a restricciones presupuestales, la adquisición de estaciones normadas no es una opción, o bien, los costos de operación o mantenimiento no serían viables, obstaculizando el monitoreo óptimo de la calidad del aire.

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