Impuestos

Ideas y Reflexiones

Por: Redacción

La palabra lo dice claramente: son impuestos, puestos a la fuerza. No voluntarios.

Los gobiernos son necesarios para que las personas podamos vivir en comunidad, con orden y en paz. Y para operar, para servir con eficiencia a la comunidad, los gobiernos requieren del dinero que las personas les pagamos en forma de impuestos.

Los gobiernos no producen directamente la riqueza, no generan valor, son un gasto necesario. Pero en ocasiones, algunos gobernantes nos quieren hacer creer que el dinero que invierten en obras públicas, en educación o en el pago a los funcionarios, ¡es suyo!

No es así. Ellos, el gobierno y los gobernantes sólo gastan lo que los ciudadanos les pagamos en impuestos. Los impuestos que cobran con la venta de bienes «nacionalizados» como el petróleo, en realidad forman parte también del patrimonio de nosotros, los ciudadanos.

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Nunca olvidemos que lo que un mexicano recibe "gratis"

del gobierno, otro mexicano lo está pagando.

El gobierno no tiene dinero propio. Sólo administra el dinero de los mexicanos. Y cuando le regala dinero a alguien, es porque se lo quita a otro.

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Nuestro gobierno de México, además de tener la responsabilidad de gobernar, que es su tarea principal, es dueño de muchas empresas y nos proporciona a través de ellas muchos servicios que no forman parte de su función primordial. En otros países, los gobiernos no necesitan ejercer esas actividades para gobernar.

Muchas veces el gobierno en México opera esas empresas de manera ineficiente y pierde dinero al hacerlo. Si no las tuviera no perdería ese dinero, que finalmente es parte de lo que recibe de nuestros impuestos, con lo cual podría cobrarnos menos y ser así un mejor gobierno. Además, el servicio que el gobierno dejara de prestar podría ofrecerlo alguien más de mejor forma, sin perder dinero.

Todos los países necesitan venderles a otros para poder comprarles a otros.

Un país compra a otro que le ofrece mejores productos al mejor precio, y los países cuyos gobiernos cobran menos impuestos pueden vender sus productos más baratos y, por lo tanto, vender más, lo que les permite también comprar más.

Los impuestos forman parte del costo de producir bienes y servicios en un país, lo mismo que los salarios, las materias primas y otros conceptos. En la medida en que los costos sean menores, los bienes y servicios resultarán más baratos y serán mejor opción en el mercado internacional.

Un país con infraestructura adecuada, con educación eficaz, con respeto al estado de derecho, etc., está en mejores condiciones de producir bienes y servicios con mayor eficiencia, lo que lo vuelve más competente.

¿Quiénes pagan impuestos en México? En primer lugar, las personas que les compran bienes o servicios a las empresas que pagan impuestos, los cuales van incluidos o «escondidos» en el precio de los bienes y servicios adquiridos. Los artículos que tienen más impuestos «escondidos» en el precio en México son los cigarros, las bebidas alcohólicas, gasolina, los boletos de avión, entre otros.

En segundo lugar, pagan impuestos las personas que trabajan en una empresa formal, a quienes se les descuenta de su sueldo el impuesto correspondiente; en México, mientras más gana una persona es mayor el porcentaje de su sueldo destinado a pagar impuestos.

Las empresas no pagan impuestos. Sólo entregan al gobierno los impuestos que pagan los dueños, los trabajadores o los clientes

Por último, quienes tienen un ahorro y lo invierten en algo que les produzca una ganancia también pagan impuestos, pues de lo que ganan le pagan al gobierno una parte.

En todos los casos somos las personas las que pagamos los impuestos. Las empresas como tales en realidad no los pagan: son meras recaudadoras de impuestos, pues los cobran a sus clientes o a sus empleados.

Si el gobierno les sube los impuestos a las empresas, éstas tienen que subir sus precios a sus clientes. ¿De dónde más podría la empresa sacar el dinero para cubrir esos impuestos?

Pero hay empresas ilegales que no pagan impuestos.

Los clientes, los trabajadores y las personas que invierten en las empresas son quienes realmente pagan los impuestos. Los funcionarios públicos que administran el gobierno frecuentemente hacen creer a la sociedad que lo que buscan es incrementar o cobrar más impuestos a las empresas y no a los ciudadanos (cuando usted lee la palabra empresa, ésta casi siempre va acompañada de un adjetivo descalificativo como ricas o voraces), aunque al final sea la gente, seamos los ciudadanos, los clientes, quienes terminemos pagando todos los impuestos.

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