Por: Víctor Pérez
Los tiempos vacacionales o tiempos de ocio, de manera tradicional han buscado romper con la rutina del trabajo, o en el caso del sector educativo, de la continuidad en el proceso del aprendizaje-enseñanza. Dando un tiempo razonable, para el disfrute, pero sobre todo, para brindar al individuo otros tiempos y espacios, para el aprendizaje o emprendimiento de otras actividades que edifiquen su ser.
Es sorprendente lo que la gente responde, cuando se le cuestiona acerca de las actividades que realizará, durante dicho periodo de descanso o vacacional, la inmensa mayoría responde así: “Dormir hasta tarde”, “Ver la televisión todo el día” o simplemente externan un simple “no sé”.
Definitivamente el descanso y los tiempos de ocio son necesarios; especialmente, en la sociedad actual, donde las presiones de tiempos y disciplina laboral lo requiere, pero, algo que se debe de tomar en cuenta –y muy en serio- es el uso y administración del tiempo, aun cuando este sea para el descanso. Descanso no significa inactividad.
Paradójicamente, hoy en día, las exigencias de tipo cultural, académico, social, laboral, tecnológico y emotivo son mucho más demandantes para la nueva generación de niños y jóvenes, que las que tuvimos –las generaciones pasadas- en nuestro momento. Por ello, comparto algunas sugerencias para que nuestros hijos, puedan llegar a estar más motivados al regreso de la rutina escolar:
- Continúe con los HORARIOS ESTABLECIDOS de desayuno, comidas, cenas, pero sobre todo, la hora de dormir. Es increíble cómo llegan los alumnos nuevamente a la escuela con serios problemas de estrés –a pesar de venir de un periodo vacacional- por desvelo o por que no desayunan o comen correctamente y en horarios establecidos.
- Establezca con sus hijos un tiempo de lectura familiar. Puede ser un cuento o un libro, que ayude a recrear la imaginación, la creatividad y sobre todo, reforzar el grandioso y muy saludable habito de la LECTURA.
- BRINDE OPORTUNIDADES DE SERVICIO a sus hijos en el hogar. Recuerde que una casa ordenada y limpia no es responsabilidad exclusiva de los padres o de uno de los padres. Los hijos pueden y deben contribuir a ello. Delegue responsabilidades acordes a su edad y madurez.
- Busque y ayude a que sus hijos se atrevan a APRENDER ALGO NUEVO en este tiempo vacacional. Un nuevo deporte, algún idioma extranjero, alguna actividad artística –música, pintura, escultura, danza, dibujo-, aprender a cocinar cosas sencillas.
Y último, AYUDE Y GUÍE A SUS HIJOS A QUE ESTABLEZCAN – por ellos mismos- METAS para su desarrollo personal, emocional, educativo y espiritual. Eso retribuirá en seres humanos más empáticos, responsables y equilibrados y por ende, se convertirán en adultos que aporten valor a la sociedad.