El Puente Verde de Monterrey, el lugar ideal para caminar, patinar, pasear en bicicleta o andar en patines.
Por: Faviola Manjarrez
Monterrey, Nuevo Leon.- El Puente Verde, ubicado en Monterrey, es una impresionante e inmensa obra arquitectónica que no solo conecta dos de los parques más emblemáticos de la ciudad, el Parque España y el Parque Fundidora, sino que también se ha convertido en un espacio recreativo y de convivencia para la gente Neolonesa.
Este puente, que se extiende sobre el río Santa Catarina, donde conecta los dos extremos el mismo horizontalmente, ha transformado la experiencia de los regiomontanos, quienes ahora pueden disfrutar de un recorrido seguro, agradable y visualmente atractivo entre ambos parques.
El Puente Verde no es solo un medio para cruzar de un lado a otro, sino que se ha convertido en un destino por derecho propio.
Su diseño moderno y funcional incluye carriles exclusivos para ciclistas en ambos lados, lo que ha fomentado el uso de la bicicleta como medio de transporte y recreación en la ciudad.
Esto ha sido especialmente beneficioso en una urbe que busca cada vez más alternativas sustentables para la movilidad. Además, el puente cuenta con amplias banquetas que permiten a los peatones transitar con comodidad y seguridad.
Los miradores del Puente Verde
Uno de los aspectos más destacados del Puente Verde son sus miradores, los cuales ofrecen una vista panorámica inigualable de la ciudad de Monterrey. Estos espacios están equipados con hamacas de madera, permitiendo a los visitantes relajarse mientras disfrutan de la majestuosidad del paisaje urbano y de las montañas que rodean la ciudad.
Durante el día, es común ver a familias, parejas y amigos disfrutar de estos rincones, donde el tiempo parece detenerse mientras se contemplan las vistas.
La noche le otorga al Puente Verde una personalidad completamente diferente. Un sistema de iluminación artística ilumina todo el puente, creando un espectáculo visual que resalta en el skyline de Monterrey. Las luces, cuidadosamente diseñadas, no solo embellecen el puente, sino que también proporcionan seguridad a quienes lo transitan después del atardecer.
La combinación de estos elementos ha hecho del Puente Verde un lugar de referencia tanto para los locales como para los turistas que visitan la ciudad.
Qué hacer en el Puente Verde
Además de ser un lugar de tránsito y de esparcimiento, el Puente Verde se ha consolidado como un espacio para la actividad física y la recreación.
En su mirador principal, se llevan a cabo regularmente clases de zumba, yoga y otras actividades grupales que han sido bien recibidas por la comunidad. Estas clases han fomentado un sentido de comunidad entre los asistentes, quienes aprovechan la oportunidad para ejercitarse al aire libre mientras disfrutan de la impresionante vista que el puente ofrece.
El Puente Verde no solo conecta físicamente dos puntos importantes de la ciudad, sino que también ha logrado conectar a las personas, brindándoles un espacio donde la naturaleza, la actividad física y la convivencia se unen en perfecta armonía.
Este nuevo ícono de Monterrey ha superado todas las expectativas, demostrando que la infraestructura puede ser mucho más que funcional, puede ser un punto de encuentro que enriquece la vida de una ciudad. Sin duda, el Puente Verde es un ejemplo de cómo la arquitectura y el urbanismo pueden transformar el paisaje urbano y la calidad de vida de sus habitantes.