Después del sismo de 2017 que afectó a México, la iglesia de San Antonio de Buenavista de Cuéllar fue restaurada gracias al esfuerzo y la solidaridad de sus propios habitantes, quienes se unieron para devolverle su esplendor y preservar su legado histórico.
Por: Juan Madrigal
En Buenavista de Cuellar, en la parte norte de Guerrero, está localizada la iglesia de San Antonio de Padua, la cual fue fundada en 1910, la cual ha estado en servicio de la comunidad católica en el pueblo desde su fundación.
Esta iglesia en el año 2017, posterior al temblor que tuvo epicentro en Puebla, y una fuerza de 7.1 grados según datos del Gobierno de México, sacudió la iglesia de manera agresiva, provocando grietas y problemas que impedían la realización de eventos en la misma.
Durante aproximadamente 6 años y medio, según el jefe de comité Oswaldo Olivares Albavera, la iglesia permaneció clausurada, lo que provocó que el pueblo, que en su mayoría son católicos, tuvieran que tomar las misas en otros lados de la comunidad, dejando la parroquia central a un lado.
Nadie que no fuera autorizado por el gobierno, podía poner mano en la iglesia, es decir, nadie de manera externa podía contratar o ellos mismos hacer reparaciones.
Manos a la obra para reconstrucción de iglesia
En el año 2023, un comité formado a base de personas con influencia en la parroquia y ciudadanos comenzaron una travesía enorme, tenían una misión en mente, reabrir la parroquia.
El encargado del comité, Oswaldo Olivares Albavera, junto con todo el equipo, realizaron la ardua tarea de restaurar la misma, donde junto con el sacerdote de turno, Goyo, se lograron comunicar con INAH, la asociación de reconstrucción de patrimonios locales.
Estos últimos hicieron la cotización de la reparación del santuario, que daba una suma importante.
El comité una vez sabiendo esto, se puso manos a la obra, comenzó una colecta masiva con toda la comunidad, tratando de concientizar al pueblo y lograr el objetivo.
Se hizo a base de donaciones importantes de varias personas, tanto fuera como dentro del comité, se hicieron rifas grandes donde siempre se trataba de recaudar la mayor cantidad de dinero posible, y así, conforme iban recolectando el dinero, daban adelantos para que INAH hiciera su parte.
Conforme se iban haciendo estas colectas, se realizaron eventos benéficos, se daban datos públicos sobre el dinero recaudado, así haciendo consciente a la gente de lo que se estaba haciendo.
Y después de casi un año de recaudación, se logró abrir parcialmente la iglesia, y en el 2024, en Semana Santa, se reabre la iglesia, donde hubo una cantidad de gente que casi nunca se había visto.
Sigue en reparación y recaudación el comité, pero el primer paso ya está hecho, y están a punto de reabrir completamente la iglesia este 2025 en Semana Santa.
El pueblo unido hace diferencia ante estas situaciones, y aquí no ha sido la excepción, La iglesia de San Antonio de Padua reabre sus puertas al pueblo Guerrerense.