Plutarco dejó la sierra de Jalisco para venirse a Culiacán, no tenía techo, comida ni dinero, pero sus ganas por salir adelante eran tan grandes que logró tumbar las barreras que había en su alrededor para cumplir sus metas
Por: Faviola Manjarrez
Culiacán, Sinaloa. - Cuando me hablaron de Plutarco, me informaron que era un joven que venía de la sierra de Jalisco, que había llegado a Culiacán, Sinaloa, a estudiar la carrera de Agronomía y que se había graduado con mención honorífica debido a sus buenas calificaciones, no lo pensé y decidí investigar sobre él y logré ubicar su dirección para realizarle una entrevista.
Plutarco Carrillo de la Cruz, de 23 años, ha vivido durante cuatro años en las instalaciones de la empresa Bayer de México, ubicado en Culiacán, Sinaloa, llegó ahí porque encontró a personas que vieron en él las ganas de superarse y decidieron apoyarlo.
El pasado 15 de junio llegamos a ese lugar y bajo la sombra de unos árboles de lichis vimos que se encontraba una pequeña reunión donde celebraban la culminación de los estudios de Plutarco; entre los invitados que eran pocos, se encontraban ingenieros agrónomos, maestros de la facultad de agronomía, compañeros de trabajo de Plutarco y sus padres, quienes tuvieron que viajar 24 horas para llegar a la capital sinaloense y ver a su hijo como obtenía su título en Licenciado en Ingeniería Agronómica por la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Fue así como bajo los frondosos árboles de lichis, comenzamos a charlar con Plutarco, quien vestía un traje de manta, bordado con estambres a mano y portaba un sombrero decorado con plumas de diferentes aves, es la vestimenta de un Huichol de la que él se siente orgulloso, por eso en lugar de vestir una toga y un birrete para recibir su título como ingeniero agrónomo utilizó su traje, porque representan sus raíces, lo que es él y lo que lleva grabado en su corazón y de lo que nunca debe olvidarse.
Plutarco junto a sus padres que viven en la comunidad de Chalate.
Plutarco nació en Chalate, el lugar está situada en el Municipio de Mezquitic, perteneciente al estado de Jalisco, de su comunidad al primer pueblo, sus habitantes tienes que caminar durante siete u ocho horas para poder tomar el primer autobús. Así fue como hace cuatro años él decidió dejar su pueblo, se despidió de sus padres y ocho hermanos para empezar un nuevo camino y estudiar una carrera profesional.
Plutarco nos confesó que él traía en mente estudiar la carrera de enfermería, pero cuando llegó a la ciudad la convocatoria ya había cerrado y no había otra forma de ingresar, entonces como su cuñado trabajaba en la empresa Bayer de México que se dedica en las Ciencias de la Vida: Salud y Agricultura y le hablaron sobre la posibilidad de estudiar en la escuela de agronomía, por lo que no lo dudó y decidió entrar a estudiar. El joven de 23 años llegó sin nada y un ingeniero llamado Javier Cervantes se convirtió en su ángel guardián, le ofreció la oportunidad para que trabajara y estudiara al mismo tiempo y un techo donde dormir y así lo hizo.
Para poder costear sus estudios, Plutarco tenía que laborar en el campo, hacía rastreo, bordeo, puesto de plástico, con su propio sueldo pagaba su alimentación, libros, transporte y demás gastos que le ocasionaba la escuela, señala que hubo días difíciles, pero en su mente siempre estuvo terminar sus estudios para demostrar a su gente de su pueblo que cuando alguien se propone a realizar algo lo puede cumplir. “Si consigues un empleo, claro que puedes estudiar”, señala Plutarco.
“Siempre estuve con la ilusión de terminar mis estudios, nunca pensé en rendirme, en cuanto a las calificaciones siempre salía, exoneraba, pagaba la mitad de las cuotas escolares.
En la mañana trabajaba e iba a la escuela. En tercer año cambió mi horario de escuela, estudiaba en la mañana, pero trabajaba toda la tarde. Quiero hacer una maestría interinstitucional sistema protegido, seguir estudiando, hace 13 de mayo hice la tesis. Yo quería que la gente del rancho sepa que si le pones ganas y si te lo propones puedes terminar una carrera, allá es muy difícil que estudies, nos platicó Plutarco.
Plutarco junto al ingeniero Javier Cervantes.
El Ingeniero Javier Cervantes, señaló que se sienten orgullosos de Plutarco de que ahora esté trabajando con ellos, ya que es un muchacho que llegó abriéndose puertas él solo, aprovechó la oportunidad para superarse y está muy involucrado en su crecimiento, sabe lo que él quiere, señaló que para él es un honor estarlo apoyando, ya que es una persona muy responsable. Además, que le gusta mucho todo lo de la investigación agrícola y se ve en él su compromiso por aprender más.
Brindar el mismo apoyo que él recibió
Plutarco no duda en un futuro, él tenga la oportunidad, también podrá brindar apoyo a otros jóvenes que tengas las ganas de seguir estudiando y da un consejo a todos los jóvenes, dice que a él le ayudó mucho relacionarse con personas que se dedican al apoyo del campo, que eviten juntarse con personas que no ofrecen nada o que se dedican a cosas ilícitas, además pide a los jóvenes que le pongan ganas en la dedicación de la escuela y cumplir con los requisitos que se te piden.