En 2014 sólo cosechaban 45 toneladas de ostión al año, hoy gracias a cooperativas familiares sube la producción a más de mil toneladas.
Por: Juan Francisco Sotomayor
En Sinaloa el cultivo de ostión es la nueva maricultura que ha colocado al estado como segundo productor a nivel nacional. El secreto se finca en la integración de cooperativas familiares, que aún sin financiamiento han pasado de producir 45 toneladas en 2014, a una cosecha superior a las mil toneladas de ostión al cierre del 2022.
El biólogo Sergio Joel Niebla Rodríguez creó un sistema de organización al que llama Comité de Empresas Productoras de Especies Marinas y Moluscos Bivalvos en Sinaloa A.C.(COPEMBI). Con ese comité ha iniciado la formación de cooperativas familiares para la producción de ostiones.
“De estar produciendo en el 2014 todavía se moría el ostión había 45 toneladas. Nosotros tardamos dos años para convencer a la gente de que ya no sembrara ostión diploide porque se moría con el calor.
Cuando empiezan a sembrar en el 2014 el triploide, que es una variedad también pero con un juego más de cromosomas, pero el siguiente año aumenta a 270 toneladas la producción en el 2015-2016 y empieza a aumentar, para el 2018-2021 produjimos 450 toneladas, pero nada más con la estructura que ya había, entonces en el 2019 nace el COPEMBI, y nosotros empezamos a dar el servicio para que la gente se anime a sembrar granjas, pero como las granjas nomás estaban en Navolato y Ahome, empezamos a crecer en esa zona”.
Sinaloa está experimentando un potencial desarrollo de maricultura en un modelo no conocido en México. Ahora la producción de ostión da sustento familiar, equilibrio ecológico y genera empleos.
Lee también: Maravillosos paseos para disfrutar en la bahía de AltataSergio Joel Niebla Rodríguez es un biólogo del campo pesquero de Altata, fue el técnico oficial del Comité de Sanidad Acuícola de Sinaloa (CESASIN). Su experiencia en ese organismo la convirtió en modelo de organización social.
“Nosotros empezamos con 14 granjas, ahorita nosotros tenemos 91 cooperativas, de las cuales el 50% ya tienen permiso de acuacultura, y del 50 por ciento restante el 25 ya está en trámite de permiso, y el otro 25 está en trámite de formalización de cooperativa. Todas son cooperativas familiares. Entonces nosotros calculamos que para cuando termine este año nosotros vamos a tener más de 120 cooperativas”.
Su modelo de cooperativa es radicalmente opuesta a la gremial, éstas son cooperativas familiares. Son los miembros de la familia los que financian, siembran y trabajan.
“Porque ustedes saben cómo están satanizadas ahorita las cooperativas que se convirtieron nada más en hoyos negros para estar bajando recursos. En el caso de nosotros no, ellos producen, nosotros los asesoramos para recibir los apoyos que tiene el gobierno federal, ya sea en semilla de ostión, ya sea en equipamiento en el estado o motores marinos en el estado, y nosotros ayudamos a tener en orden todo su expediente para que puedan acceder”.
Para respaldar a las cooperativas tienen un sistema integral de administración de trámites, Analai Sipalty Valenzuela Higuera, Gerente de COPEMBI, comentó que los nuevos integrantes de cooperativa definen el nombre que quieren poneerle, “Ya realizado esto los mandamos al registro público del comercio, se hace el registro ante el SAT y después procedemos a lo que es el trámite de su permiso de fomento, ya estando todo en los documentos, les damos la opción de poder estar dentro de una, se unen, ya estando ellos con su cooperativa, se nos unen a la Asociación COPEMBI para poder tener derecho a todos los trámites que nosotros ayudamos a realizar”.
Marco Antonio Ornelas Rangel. Encargado de Certificación COPEMBI, comentó que como parte de la gestión del organismo se tiene el trámite del Certificado del Cosechador, debido a que este documento es un requisito indispensable para la exportación a EUA , Canadá y la Unión Europea, y que le da más valor comercial al producto, ya que en este momento está vendiendo en 2 pesos, 2.50 y ya con este certificado lo podríamos estar dando como en 13 o 15 pesos”.
La mayoría de estas cooperativas se están desarrollando en tres principales bahías, debido a las condiciones sanitarias de los cuerpos de agua, que deben tener la categoría de Área clasificada.
“Aquí en Sinaloa, por ejemplo, existe la de la bahía de Altata, la de El Colorado y la de Teacapán. Si no existieran esas áreas clasificadas sería imposible tramitar un certificado cosechador”, precisó.
En Sinaloa el cultivo de ostiones esta viviendo su verdadero despertar. Es un enfoque de maricultura que a todos beneficia. Es una nueva oferta de empleo en el mar altamente sustentable.