¿Cómo fue el aguachile de camarón más grande de Culiacán acompañado de casi 500 músicos sinaloenses?

Evento único con aguachile y música en Culiacán

Por: Jacqueline Sánchez Osuna

Ni el calor abrazador ni los rayos del sol impidieron que decenas de personas se reunieran desde las 11 de la mañana frente a la Catedral de Culiacán para ser parte de un evento sin precedentes: el aguachile de camarón más grande de la ciudad, preparado con una tonelada del exquisito platillo sinaloense.

Todo esto en el marco del evento Jalemos con la Banda, organizado por empresarios sinaloenses, liderados por Miguel Taniyama, para apoyar a músicos y meseros de la región, quienes han enfrentado meses difíciles en su economía.

Una tonelada de solidaridad y música

La avenida Álvaro Obregón, así como la plazuela de Catedral se llenó de vida y sabor mientras se preparaba este monumental aguachile.

Este platillo elaborado con camarón crudo curtido con limón, cebolla morada, chile chiltepín y pepino, fue vendido a los asistentes con la intención de recabar dinero para beneficio de los músicos y sus familias en crisis por la falta de trabajo.

Una larga fila demostraba el deseo de deleitar el paladar con este platillo típico de las costas sinaloenses y a su vez, compartir en un acto de generosidad.

La atmósfera estaba cargada de emoción, música y una vibra de hermandad.

"Esto no se ve todos los días. No pensamos reunir a casi 500 músicos tocando juntos "El Sinaloense" y otras canciones tradicionales. Esto es histórico", expresó emocionado Franky Sandoval, líder de la banda Fiesta Sinaloense.

Entre la algarabía, el sonido de trompetas, tambora y clarinetes inundaba las calles. Músicos de todos los géneros –banda, norteños, grupos versátiles y mariachi– se unieron en un mismo escenario, demostrando la fuerza de la música para unir corazones.

La escena, descrita por Sandoval como "un movimiento musical enorme", dejó una marca imborrable en los asistentes.

Apoyar a quienes siempre están contigo

Este evento no solo celebró la música y la gastronomía sinaloense; fue una llamada a la acción para apoyar a aquellos que hacen posible nuestras celebraciones.

La presentación de los músicos fue impecable e impresionante para los asistentes. Foto: Lino Ceballos.

Los músicos y meseros, quienes se enfrentan a temporadas inciertas, encontraron en este evento una oportunidad para visibilizar sus necesidades.

"Hay quienes confunden. Los músicos no están pidiendo limosna en las calles, están recibiendo una propina de quienes desean apoyar. Somos el sostén de la casa", aclaró Sandoval.

Miguel Taniyama, principal organizador, explicó la importancia de la iniciativa: "Ellos se dedican a los eventos y están siendo muy afectados. Por eso organizamos esto, para recaudar fondos y apoyar a los músicos sinaloenses y meseros. La música está presente desde que naces hasta que te despiden, por eso hay que apoyar."

Una experiencia que no se repetirá pronto

Durante el evento, se podía ver a personas bailando al son de las notas musicales y había entre la multitud un sentimiento de gratitud compartida.

Entre bocados de aguachile y el eco de las últimas notas de banda, los asistentes saben que son parte de algo especial.

"Esto no se va a repetir tan pronto. Se siente bonito ver tanta gente participando en un evento tan bonito," reflexionó Sandoval, mientras agradecía a quienes asistieron y cooperaron.

Al final, la lección quedó clara: la música nos une, nos levanta y nos da identidad como sinaloenses. Con cada nota y cada cucharada, Jalemos con la Banda logró lo que mejor sabe hacer la música: acercarnos, incluso en los momentos más difíciles.