Junto al Centro Cívico Constitución, se encuentra un lugar de profunda serenidad y respeto: el Jardín de la Memoria.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
Junto al Centro Cívico Constitución, se encuentra un lugar de profunda serenidad y respeto: el Jardín de la Memoria.
Este recinto, ubicado en la esquina de Rafael Buelna y Vicente Guerrero en Las Quintas, ha sido concebido como un homenaje permanente a quienes ya no están, brindando a sus familiares y seres queridos un espacio para la reflexión y el recuerdo.
Un lugar para honrar a los desaparecidos
La gran explanada está diseñada para invitar al recogimiento. Sus bancas dispuestas con armonía permiten a los visitantes tomarse un momento de calma, mientras que el sonido del agua en la fuente central genera un ambiente de paz.
Al centro del mural que resguarda los nombres, una pequeña estatua de Cristo parece simbolizar el alivio a la pesada carga de la ausencia.
El muro de los desaparecidos
En el muro de homenaje, de un sobrio color gris, se encuentran 185 placas plateadas con los nombres, fechas de nacimiento y desaparición de igual número de personas. Cada una de ellas es testimonio de una historia que sigue viva en la memoria de sus familiares y amigos.
Este espacio se ha convertido en un punto de encuentro para quienes desean rendir tributo a sus seres queridos, llevando flores, veladoras y oraciones como símbolo de amor y esperanza.
Un homenaje en silencio por los que ya no están
A medida que los transeúntes pasan por la explanada, sus miradas inevitablemente se posan sobre las placas, evocando recuerdos y generando un silencioso homenaje. En cada visita, en cada flor depositada, se reafirma que el olvido nunca será una opción.
El Jardín de la Memoria es un reflejo del respeto y la unidad de una comunidad que honra con dignidad a quienes ya no están, un espacio donde la memoria trasciende y el amor perdura.