Recorre el callejón del Diablo en Cuernavaca y llénate de sucesos ocurridos en el pasado
Por: Faviola Manjarrez
En el corazón de Cuernavaca, existe un lugar envuelto en misterio y superstición. Un estrecho callejón que, a lo largo de los años, ha sido testigo de historias inquietantes y encuentros sobrenaturales. Este es el Callejón del Diablo, donde leyenda y realidad se entrelazan en un pasaje tan fascinante como escalofriante.
Un paseo sombrío por El Miraval
El recorrido por el Callejón del Diablo es breve, tomando aproximadamente quince minutos a pie. Sin embargo, la experiencia que ofrece va más allá del tiempo. Con sus empinadas bajadas y subidas, el camino está rodeado de altas paredes que parecen estrecharse a medida que uno avanza, generando una sensación de opresión. Además, el callejón está flanqueado por casas antiguas y pequeños negocios que ofrecen servicios de brujería y lecturas de tarot, reforzando la atmósfera mística y misteriosa del lugar.
El ambiente que se respira en el callejón es único, en gran parte debido a la densa vegetación que lo rodea. Los grandes árboles que crecen en la barranca de Amanalco, junto con el clima húmedo de la región, crean un entorno propicio para el surgimiento de historias y supersticiones. El viento, al pasar entre las ramas, produce sonidos que pueden resultar inquietantes para quienes se aventuran a caminar por este pasaje. A pesar de la presencia de un seminario religioso a mitad del camino, la sensación predominante es la de estar en un lugar donde lo sobrenatural tiene el control.
La leyenda de Hernán Cortés y el misterioso salto
La leyenda que da nombre al callejón es tan fascinante como la atmósfera que lo rodea. Se dice que el Callejón del Diablo recibió su nombre por un evento sobrenatural ocurrido durante la Conquista. Según la leyenda, Hernán Cortés, mientras era perseguido por guerreros tlahuicas, encontró refugio en este callejón. Montando a su fiel caballo Rucio, Cortés se vio atrapado en una situación desesperada cuando tuvo que enfrentar la barranca de Amanalco. Sin embargo, en lugar de caer, el caballo realizó un salto milagroso de cinco metros de distancia, como si hubiera sido impulsado por fuerzas sobrenaturales.
Este salto, que desafía las leyes de la física, fue atribuido a la intervención del diablo, quien supuestamente ayudó a Cortés a escapar ileso. Esta historia ha quedado grabada en la memoria colectiva de la comunidad y ha contribuido a la fama siniestra del callejón. El puente que Cortés mandó construir después para cruzar la barranca sigue en pie, sirviendo como recordatorio de la leyenda y como parte esencial del paisaje urbano de Cuernavaca.
El Callejón del Diablo no solo es un atractivo turístico, sino también un símbolo de las leyendas que enriquecen la cultura mexicana. Con cada paso que se da en este estrecho pasaje, se siente la presencia de un pasado cargado de historias, donde la realidad y la fantasía se entrelazan en un ambiente de misterio y fascinación.
Dónde se ubica el Callejón del Diablo
El Callejón del diablo se ubica en la colonia El Miraval, una de las más antiguas de Cuernavaca. La entrada al callejón es por la calle de Francisco I. Madero y atraviesa la barranca de Amanalco hasta llegar al otro lado, en la avenida José Ma. Morelos.