Parras de la Fuente, en Coahuila, es un tesoro para los amantes del vino y de la arquitectura
Por: Tus Buenas Noticias
Por: José Rafael Ríos Quijano
Ubicado en el corazón del estado de Coahuila, Parras de la Fuente es un tesoro histórico y cultural de México que lleva en el mucho orgullo su título de Pueblo Mágico.
Este encantador destino no solo es conocido por su atmósfera tranquila y su arquitectura colonial de los principios de La Conquista, sino también por ser la cuna de la viticultura en América Latina y de los principales lugares del vino en México.
Parras de la Fuente y su ubicación privilegiada
Parras de la Fuente fue fundado en 1598, debe su nombre a los viñedos naturales que rodeaban la región en sus inicios.
Su ubicación privilegiada en un oasis del desierto coahuilense, con manantiales y un clima clave, fue determinante para el desarrollo de una comunidad que basó su economía en la agricultura y la elaboración de vino.
Fue aquí donde se estableció la primera vinícola de América, Casa Madero, en 1597, marcando un precedente histórico en la producción de vinos artesanales.
Un recorrido por los viñedos
En esta querida comunidad se ofrece una amplia variedad de actividades que hace a los visitantes disfrutar de su estancia.
Uno de los mayores atractivos es el recorrido por sus viñedos y vinícolas. Casa Madero, la más antigua del continente, destaca por su tradición y excelencia en la elaboración de vinos de calidad mundial, por otro lado, también se puede encontrar Parvada, Don Leo y Rivero Gonzales.
Sus visitas guiadas permiten conocer el proceso de producción, degustar sus mejores etiquetas y disfrutar del paisaje único de los viñedos rodeados de montañas del norte de México.
Parras, una joya arquitectónica
Para quienes buscan experiencias históricas, el centro de Parras es una joya arquitectónica. Sus calles empedradas, casas coloniales y plazas públicas ofrecen una atmósfera que transporta al pasado.
La Plaza del Reloj es un punto de referencia, donde los visitantes pueden disfrutar de la calma del pueblo y admirar el icónico reloj que da nombre al lugar y de múltiples puestos los fines de semana de artesanías de los locales.