Explora los paisajes y la gastronomía de Zimapán, Hidalgo
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
Zimapán, un encantador Pueblo Mágico ubicado en la Sierra Gorda Hidalguense, destaca por su diversidad cultural y natural durante más de 500 años de historia.
Con una comunidad que se enorgullece de sus atractivos naturales y sus delicias gastronómicas, esta tierra de gigantes ha sido un punto clave por su importancia geográfica en el pasado y su legado minero en el presente.
El pintoresco destino es el lugar perfecto para los amantes de la aventura y quienes buscan explorar áreas naturales.
Una Tierra de gigantes
Su principal atractivo es “El Vigilante”, un monolito de 15 metros de altura que parece recrear el perfil de un gigante de roca. Este emblema, rodeado de formaciones rocosas y cactáceas, deslumbra con sus vistas a la presa Fernando Hiriart Balderrama, el depósito de agua más grande del centro del país.
Aunque es conocido como un pueblito, Zimapán es el municipio con mayor extensión territorial de Hidalgo. Su diversidad abarca desde áridos desiertos hasta bosques protegidos, como el Parque nacional “Los Mármoles”, ideal para visitar y vivir una gran aventura.
El descubrimiento del elemento número 23
El Vanadio 23, elemento de la tabla periódica utilizado para el reforzamiento de las aleaciones metálicas, fue descubierto en las minas de esta localidad 29 años antes de su registro oficial en Suecia.
El químico y naturalista español Andrés Manuel del Río, quien habitó la zona, identificó en 1801, un material peculiar al que llamó “Zimpanio”. Sin embargo, al enviar el elemento a Europa para su análisis, los científicos descartaron su descubrimiento por una identificación errónea del material.
Hoy, los habitantes de Zimapán reconocen esta parte de la historia como símbolo de su identidad minera, donde se valoran los esfuerzos de una comunidad que también extrae plomo, plata y zinc.
Los Sabores de la Sierra
Sentarse en un puestecito en el mercado a comerse una gordita de queso es una experiencia que nadie debe perderse, ahora menos si visitas este pueblito y te ofrecen un itacate.
Este platillo tradicional de la zona, que asemeja una gordita con relleno de requesón o frijoles, tiene la peculiaridad de ser cocinado sobre piedra de hormiguero rojo, y, obviamente, a esta no puede faltarle la icónica salsa de rayado, hecha a partir de un chile endémico de la zona.
Esta salsa única en la Sierra Gorda posee un par de características que la hacen distinguible de otras variedades, desde la apariencia del chile cultivado hasta su sabor picante y un poco ácido en salsa, capaz de acompañar todas las comidas.
Son estos detalles los que hacen a Zimapán, Hidalgo, un lugar tan especial para sus habitantes y quienes tienen la fortuna de darse una vueltecita por el pueblo.