¡Vive la magia de Bacalar! Un tesoro natural de México que debes visitar

La Laguna de Bacalar, en Quintana Roo, es un destino ecoturístico único conocido por sus siete colores de agua. Además de su belleza natural, es un ejemplo de sostenibilidad y preservación del ecosistema, enraizado en la historia de resistencia maya

Por: Juan Madrigal

En Quinta Roo, se ubica un hermoso destino, conocido por su Laguna de los Siete Colores, ha evolucionado en un referente de ecoturismo en México. Su enfoque en la conservación del ecosistema y el bienestar de la comunidad local lo convierte en un lugar mágico, con una historia rica y actividades únicas para los visitantes.

Un lugar donde la naturaleza y la cultura se encuentran

En el año 415 d.C los mayas llegaron a una gran laguna que conectaba varios puntos del estado de Quintana Roo. 

A esta laguna, algunas veces erróneamente confundida con un lago, los mayas le llamaron “Sian Ka’an Bakhalal”, que significa “nacimiento del cielo rodeado de carrizos”. 

Hoy en día se le conoce simplemente como “Bacalar”, un impresionante destino turístico que atrae a miles de personas cada año

Por ende, Bacalar ha sido un foco de grandes inversiones que no solo impulsan su desarrollo económico, sino que también benefician a la comunidad local.

Estas iniciativas permiten que los habitantes cuiden de sus familias mientras participan activamente en la conservación del ecosistema, protegiendo la flora y fauna únicas de la región

Del mismo modo, los turistas pueden disfrutar de una experiencia única en la Laguna de Siete Colores, explorando su rica biodiversidad. 

Gozar de actividades acuáticas, como buceo y kayak, permiten conocer la belleza del lugar desde una perspectiva diferente. 

Además, los visitantes pueden recorrer el histórico Fuerte de San Felipe, nadar en los cenotes cercanos y participar en muchas otras actividades que hacen de Bacalar un destino inolvidable.

¿Por qué se le conoce como Laguna de Siete Colores?

A la laguna de Bacalar se le ha llamado “Laguna de los Siete Colores” debido a las siete tonalidades de azul que presenta el agua. 

Desde un azul cielo hasta un turquesa saturado. Las tonalidades son producto de diversos factores como la profundidad del agua que varía a lo largo de toda la laguna, el tipo de suelo y, por supuesto, los estromatolitos

Los estromatolitos son formaciones de apariencia rocosa que realmente están formados por microorganismos vivos. Estos tienen un aproximado de 3,500 millones en la tierra y jugaron un papel fundamental en el desarrollo de oxígeno en la zona. 

Cuidan el tesoro natural

Las personas locales de Bacalar comprenden el valor e importancia del cuidado de la laguna. Es por ello que siempre pondrán primero al medio ambiente, estableciendo reglas que todo turista debe cumplir si quiere disfrutar de este destino tropical. 

Entre las normas más convencionales está el no tirar basura en el suelo tanto fuera como dentro del agua, no molestar a la fauna de la laguna y evitar extraer o cortar plantas de la zona.

Bacalar, un paraíso ecológico y cultural en Quintana Roo. Foto: Pamela Lucero Barreda

Las plantas acuáticas ayudan a mantener limpia el agua y sirven de alimento para los organismos vivos dentro de la laguna. 

Asimismo, está prohibido pisar los estromatolitos y el uso de bloqueador solar, bronceadores, cremas, o productos químicos que puedan dañar a la laguna. 

Tal vez suene como una exageración, pero tomando en cuenta el contexto histórico de Bacalar, cobra mucho sentido el respeto que los locales tienen por esta tierra. 

Tierra de guerreros

Bacalar fue un punto de comercio importante para los mayas. Por la laguna transportaban productos como sal, miel, cacao y textiles. Sin embargo, con la llegada de los españoles, los mayas de esta zona se vieron conquistados y el comercio pasó a manos de los europeos. 

Durante este periodo, Bacalar sufría de múltiples ataques piratas, por lo cual se construyó “El fuerte de San Felipe”, cuya función era que con sus cañones defendieran la laguna de los piratas. 

Los mayas que permanecían en ese entonces, cansados de los conflictos y destrucción que los  europeos propiciaban al lugar, se alzaron durante la Guerra de Castas, para así expulsar a los colonizadores de una vez por todas.  

Bacalar quedó devastado, pero fue recuperado por el ejército mexicano a finales del siglo XIX. Bacalar se convirtió en un pequeño pesquero que, debido a su belleza, logró atraer cada vez más turismo a la zona. 

En 2006 fue proclamado como pueblo mágico, siendo reconocido por su enfoque en el ecoturismo y la sostenibilidad, así como por la historia de resistencia que hay detrás de este paraíso antiguo de siete colores. 

Bacalar es mucho más que un hermoso destino turístico; es un testimonio vivo de la conexión profunda entre los seres humanos y la naturaleza.

Si buscas una experiencia que te permita sumergirte en la belleza única de México, este rincón de Quintana Roo te ofrece una oportunidad inigualable para disfrutar de sus paisajes, conocer su historia milenaria y ser parte de su esfuerzo por preservar un ecosistema invaluable.

Date la oportunidad de descubrir la magia de Bacalar, la Laguna de los Siete Colores, y déjate envolver por la serenidad y la biodiversidad que hacen de este lugar un auténtico tesoro natural. ¡Bacalar te espera: El rincón más mágico y sostenible de Quintana Roo!