Arnold Schwarzenegger y la actualidad del trabajo

El trabajo no se limita a un fenómeno económico: es una actividad tanto de grupo como personal, tan humana como respirar, que puede llevar a la libertad de la persona y a la cohesión social… o no

Por: Francisco Cuamea

Desde la economía tradicional, las personas trabajan para obtener una remuneración y así satisfacer sus necesidades, sin embargo, no es tan simple como eso.

La sociedad moderna dio un sentido cerrado, aislado, individualista al concepto del trabajo, dejando fuera, al menos, tres dimensiones fundamentales de comportamiento humano y sus relaciones: 

  • La relación con las otras personas de su comunidad.
  • La relación con la organización donde se trabaja.
  • La energía existencial para el individuo. 

Arnold Schwarzenegger y el mito del self made man

Arnold Schwarzenegger vivió en la pobreza en su natal Austria, incluso, sin agua corriente. Migró a los Estados Unidos sin conocer el idioma y logró ser campeón fisiculturista, actor emblema de Hollywood, millonario y hasta gobernó California.

Por esa historia de vida hay quienes ven en él a un hombre que se ha hecho solo, que conquistó la cima por sí mismo: self made man. Pero no, no es así.

En entrevista con Conan O’Brien, el propio Arnold explica cómo es que alcanzó sus logros, su libertad y realización gracias a la red de apoyo que tuvo en el trayecto.

“Sé que la gente cuando me llama un hombre hecho a sí mismo es un elogio, lo dicen como un cumplido, pero al mismo tiempo quiero dejar claro que un hombre hecho a sí mismo significa que nadie me ayudó, que yo mismo me hice, lo cual no es cierto”, ataja. 

Entonces, hace una relación de su red de apoyo, que incluye a su madre, a su padre, a sus profesores, entrenadores, a quien le dio dinero para empezar en Estados Unidos, a los productores de cine, entre otras personas, como las que votaron por él para ser Gobernador de California.

“Quiero que la gente entienda eso, que sé que soy producto de mucha ayuda. Porque es importante que cada uno de nosotros sepa eso, que somos producto de mucha ayuda. Porque eso te hace entonces ir y sentirte responsable también de salir a ayudar a otras personas”. 

La definición antropológica del trabajo, por ejemplo, abarca una visión amplia y diversa, más allá de las concepciones económicas tradicionales. 

Así, por medio de esta actividad, los seres humanos interactúan con las personas de su entorno, tanto para satisfacer necesidades físicas, como sociales y espirituales. Aunque actualmente lo es para millones, no sólo se trata de subsistencia y economía, sino también sobre la vida personal, social y cultural de las comunidades.

Y como Arnold Schwarzenegger lo explica, logró su realización gracias a una red de apoyo. Nadie se hace solo por más que trabaje. Ni el más millonario. 

El lugar importa

El mundo del trabajo no se termina en la remuneración, o dicho de otra manera, en el intercambio de mano (o mente) de obra y paga salarial. 

Comprende la relación con el tipo de organización en la que éste se realiza.   

“Una mala gestión conduce a la pérdida de clientes y de beneficios, pero también a vidas miserables”, advierte la consultora internacional Gallup

“Tener un trabajo que odias es peor que estar desempleado, y esas emociones negativas terminan en el hogar, afectando las relaciones con la familia. Si no prosperas en el trabajo, es poco probable que prosperes en la vida”, afirma en el Informe sobre el estado del lugar de trabajo mundial 2023.

En datos, esas vidas miserables pueden traducirse en los casi 6 de cada 10 empleados que están renunciando a sus trabajos en el mundo, según Gallup.

El trabajo también nos hace humanos

El trabajo tiene el potencial de transformarnos, de liberarnos, de crear (no encontrar) nuestro lugar en el mundo. Tal es su aspecto existencial. 

Aunque, claro, en su instrumentalización, es decir, su uso, puede ser útil o destructivo: se ha utilizado para oprimir, pero también para crear; para la supervivencia, pero también para realización personal y cultural; para lograr la autenticidad y también para alienar. Incluso, puede ser un instrumento de desigualdad o de justicia.

Pero antes de su uso, antes de materializarse, el trabajo implica libertad en potencia: hay movimiento en él, hay cambio, energía, tiempo. Hay pasado, presente y futuro. El ser humano puede transformarse con él si las condiciones son las adecuadas. 

Es difícil creerlo, pero el sentido del trabajo comienza a humanizarse.