Compromiso con la formación de ciudadanos responsables
Por: Víctor Pérez
Definitivamente hablar de niñez y de la juventud, es hablar de una renovación generacional con miras de una mejora continua.
De ahí, la importancia que las generaciones anteriores y con más experiencia –sus padres, abuelos y maestros- debemos de ayudar a formar y guiar a estas nuevas generaciones en su camino al desarrollo tanto en lo espiritual, como en lo profesional, social y cultural.
Buenas prácticas
El proceso de apropiación de ideas, hábitos, costumbres, es decir, de educación formal en nuestros hijos es un proceso complejo.
No se puede hablar de una educación integral, cuando dejamos de lado aspectos culturales, sociales, emotivos, y espirituales, pensando que los meramente académicos cubrirán todos los faltantes en la formación educativa de nuestros hijos. Necesitamos ofrecer una formación integral, lo más posiblemente equilibrada.
Valores y principios
Para terminar, veamos a nuestros hijos como esas pequeñas plantas que al inicio son débiles o endebles, pero, sí las nutrimos con valores, principios, un buen ejemplo, cubriendo sus necesidades de orden emocional, psicológico, de habilidades o talentos.
Seguramente esas pequeñas plantas crecerán y serán fuertes como esos robles que los vientos, la lluvia o la nieve no pueden derribar.
Que nos podamos comprometer a ser formadores de un país mejor, y esto nada tiene que ver con un partido político o la elección de un candidato;
Esto tiene que ver con la formación de una nueva generación de ciudadanos con la capacidad de razonar y tomar mejores decisiones para ellos mismos y para los demás.
Como siempre, por tu lectura: ¡Muchas gracias!