Observa cómo las tendencias urbanas se orientan a relentizar el tráfico vehicular en ciudades y favorecer a las personas
Por: Anel Mejía
Culiacán es una ciudad con muchos “topes” y ahora, gracias a la intervención urbana para priorizar a los peatones, también se introducen los pasos peatonales a nivel banqueta. Es importante identificar uno de otro y entender que son más importantes las personas que los vehículos.
La vida en las grandes ciudades ha contemplado un estilo de vida rápido y con estrés incluido, los movimientos, el tráfico, elementos naturales del entorno hace que la mayoría de los traslados por la ciudad no sean completamente cómodos para las personas, a esto se suman las malas condiciones en las que las vialidades se encuentran.
Por lo anterior, muchos habitantes y visitantes de la ciudad se han preguntado de manera constante ¿por qué hay tantos topes? ¿por qué se sigue agregando este tipo de infraestructura?
Si bien se ha comentado con el paso de los años que la infraestructura educa a los usuarios de las vías, no debemos olvidar que uno de los temas importantes de la seguridad vial es proteger a los usuarios más vulnerables de la misma: los peatones. El organismo Mapasin siempre tiene interesantes propuestas en vialidad.
No hay que olvidar que todos somos peatones en cualquier momento dentro del entorno de la ciudad, si eres conductor, ciclista, usuario de transporte público en cualquier momento eres un peatón al momento de bajarte de tu medio transporte.
El objetivo principal de implementar estas estrategias es la pacificación del tránsito cómo reducir la velocidad.
Según la nueva Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (LGMySV), la velocidad máxima dentro de las urbes es de 60 km/hr, sin embargo, esta no es una medida que se respete en las calles. La cultura vial de un entorno debe ser compartida con todos los usuarios.
¿Qué es un tope?
Los topes son elementos físicos que se colocan en las vías de tránsito para obligar a los automovilistas a reducir la velocidad de sus autos.
Tienen como objetivo disminuir los siniestros viales, y mejorar la convivencia entre peatones y conductores automotores. Obligando a estos a reducir la velocidad en las calles, garantizando la integridad física de los usuarios de la vía.
Controlan la velocidad de circulación de los vehículos a lo largo de ciertos tramos, sin afectar a las bicicletas o vehículos de grandes dimensiones como transporte público de pasajeros o de emergencia, al producir incomodidad en los ocupantes si circulan a velocidades superiores a aquellas para las que se diseña el dispositivo.
No es lo mismo un tope que un reductor de velocidad
Los topes y reductores de velocidad funcionan de diferentes maneras. Mientras que los topes son generalmente más altos y más pronunciados que los reductores y están diseñados para obligar a los vehículos a disminuir la velocidad a una segura.
Por otra parte, los reductores de velocidad, son más suaves y permiten que los vehículos mantengan cierta velocidad al pasar sobre ellos, aunque a una velocidad reducida.
De cualquier manera, esta infraestructura es para obligar a los conductores a reducir la velocidad, lo que disminuye la probabilidad de colisiones.
El propósito de su colocación, es transmitir al conductor de un vehículo la necesidad de extremar la atención ya que podría estar acercándose a un tramo en el que existe un riesgo vial superior.
Su importancia yace en que son dispositivos para el control de la velocidad, son una medida de bajo costo y mantenimiento dentro de las ciudades, por eso es la más utilizada.
Los materiales para la fabricación de un reductor de velocidad, por ejemplo, para carretera deben ser de calidad, pues debe garantizarse que los reductores tengan una vida útil larga, que no se deformen y que sean estables.
Muchos de ellos se encuentran representados con pintura con líneas diagonales, normalmente color blanco, naranja y amarillo.
No confundamos los topes con un paso peatonal a nivel de banqueta
No hay que confundir a los pasos peatonales a nivel de banqueta con los topes, aunque la población los llama “topezotes” o tope grande, un paso peatonal a nivel de banqueta es prácticamente lo mismo que un paso peatonal a nivel de calle, pero con elevación.
Su descripción técnica, es que se trata de una prolongación de la misma banqueta (de ahí el nombre a nivel de banqueta) los pasos peatonales a nivel de banqueta siempre tendrán que estar a la altura de la misma.
Entonces, ¿dónde se deben colocar los topes o reductores de velocidad?
- Se colocan sobre la superficie de rodadura de forma transversal al eje, en vías primarias o secundarias que cumplan con alguna de las siguientes condiciones:
- Intersecciones de vías secundarias donde no hay semáforos que presentan un volumen considerable de vehículos en al menos uno de los sentidos de circulación.
- Vías con cruces peatonales sin semáforos.
- Tramos de vía con una pendiente mayor a 8% para asegurar que los vehículos no se aproximen a velocidad excesiva.
- Tramos de vía con tangentes o curvas pronunciadas.
- Vías en las que se desee regular la velocidad hasta un límite máximo de 50 km/h.
- En zonas escolares.
- En zonas 30.
- En accesos a predios y vías internas de predios.
Reductores de velocidad un elemento vital para la seguridad en las calles
La seguridad vial es un tema fundamental para el bienestar de los ciudadanos en las ciudades. La circulación de vehículos es cada vez más común y, por tanto, los accidentes de tráfico son un problema relevante en muchas ciudades del mundo.
En la ciudad de Culiacán los conductores de vehículos automotores están acostumbrados a llevar la prioridad en las calles, comportándose como el rey de la selva, muchas de las personas que se movilizan en vehículos motorizados no priorizan la seguridad de todos.
Si bien las quejas entorno a la cantidad de topes que existen en las calles es alta, es una alternativa económica y rápida a la reducción de la velocidad por la seguridad de los adultos mayores, niños y cualquier otra persona que desea transitar por las calles.
Al final, desde mi opinión, considero que la cantidad de topes es inversamente proporcional al nivel de educación vial de los ciudadanos, y a la falta de planeación de las autoridades, quienes colocan topes por doquiera, sin un análisis previo.
De ahí la importancia de una planeación urbana estratégica que esté alineada a los nuevos paradigmas urbanos, que sitúan a las personas y sus necesidades como principal prioridad y no las de los automotores.