Cientos de turistas se dan cita en la antigua ciudad maya de Chichén Itzá para envolverse en la selva y el significado del fenómeno arqueoastronómico.
Por: Juan Francisco Sotomayor
Cada año, durante el equinoccio de primavera y otoño, un fenómeno mágico y misterioso se despliega en las antiguas ruinas mayas de Chichén Itzá, en México. Es el fenómeno místico del descenso de la pirámide de la Serpiente Emplumada.
Durante los días 20 0 21de marzo y el 22 o 23 de septiembre, fechas en que se dan los equinoccios, el día y la noche tienen prácticamente la misma duración. Cientos de personas acuden a la región maya de México para estar en la antigua pirámide a presenciar el fenómeno.
Chichén Itzá es un sitio turístico que ha sido reconocido como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno debido a su impresionante arquitectura y su profundo significado para la civilización maya.
En medio de las majestuosas estructuras de roca, la pirámide de Kukulcán se convierte en el escenario de un espectáculo que desafía la explicación racional: el descenso de la Serpiente Emplumada.
Este evento único, que atrae a visitantes de todo el mundo, es un testimonio del profundo conocimiento astronómico y la habilidad arquitectónica de la civilización maya. La pirámide de Kukulcán, una maravilla de la ingeniería que se erige imponente en el paisaje, revela su verdadero propósito durante los equinoccios.
El equinoccio marca el momento en que el día y la noche tienen una duración casi idéntica en todo el mundo, un evento celestial que los antiguos mayas observaban con reverencia y cuidado.
Para ellos, este equilibrio cósmico estaba intrínsecamente ligado a su comprensión del tiempo y la naturaleza. Y en Chichén Itzá, esta conexión se materializa en forma de una serpiente emplumada que parece descender de la pirámide.
La ilusión óptica que se produce durante estos momentos es asombrosa. La luz y las sombras se alinean de manera precisa, proyectando la imagen de una serpiente que se desliza por los escalones de la pirámide.
Desde las cabezas de serpiente en la base hasta la cima, los patrones de sombra crean la ilusión de movimiento, como si la antigua deidad estuviera descendiendo para conectar con la tierra.
Kukulcán, o la Serpiente Emplumada, ocupa un lugar central en la mitología maya. Según interpretaciones no científicas y tradición oral, representa la unión entre el mundo terrenal y el divino, personificando la fertilidad, el poder del sol y la renovación.
Para los antiguos mayas, su descenso durante los equinoccios simbolizaba el renacimiento de la naturaleza y el ciclo eterno de la vida.
La revelación de este fenómeno no se produjo hasta el siglo XX, cuando los expertos comenzaron a estudiar más a fondo la arquitectura y las tradiciones de la cultura maya. Sin embargo, su significado trasciende el mero aspecto visual; es un recordatorio tangible del profundo vínculo entre los antiguos habitantes de Mesoamérica y el cosmos.
Para aquellos que deseen presenciar este prodigio por sí mismos, deben viajar a Chichén Itzá durante los equinoccios, es imprescindible. Sin embargo, es importante planificar con anticipación y evitar las multitudes que inevitablemente se congregan en esos días.
Optar por visitas cercanas al equinoccio puede brindar una experiencia más íntima y personal con esta maravilla arqueoastronómica.
Cómo llegar a Chichén Itzá
Chichén Itzá es una antigua ciudad maya ubicada en la península de Yucatán, México. Se encuentra en el estado de Yucatán, aproximadamente a 2 horas y media de Cancún y a tan solo 40 kilómetros del Pueblo Mágico de Valladolid.
La mayoría de los viajeros llegan a Chichén Itzá desde Cancún, ya que esta ciudad caribeña no solo es hogar de hermosas playas, sino que también cuenta con el aeropuerto internacional más importante de la región.
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- Transporte público desde el centro de la ciudad. El trayecto generalmente dura 3 horas
- Alquilar y llegar por tu cuenta
Además, entender el contexto cultural y mitológico que rodea a la pirámide de Kukulcán enriquece aún más la experiencia. Conocer las leyendas mayas y la importancia de Kukulcán como deidad primordial añade profundidad a la admiración de este fenómeno ancestral.
Así que, si alguna vez te encuentras en la Riviera Maya durante el equinoccio, no pierdas la oportunidad de presenciar el descenso de la Serpiente Emplumada en Chichén Itzá. Es un espectáculo que trasciende el tiempo y el espacio, recordándonos la maravilla y el misterio del universo en el que vivimos.