Algunos mitos románticos propician violencia de género
Cuidemos a nuestros jóvenes de dichos y estereotipos que perjudican
Cuidemos a nuestros jóvenes de dichos y estereotipos que perjudican
En estos días, mucho se ha leído y escuchado sobre violencia de género en su modus operandi “tranquila mi amor”, es decir el delincuente hace creer que es una simple discusión de pareja. Lo asombroso es como el público, quienes son testigos de dicha acción violenta, continúan de espectadores mientras que la mujer es atacada, por considerarse un comportamiento normal a nivel pareja.
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¡No!, una mujer no debe permitir ese comportamiento ya, mucho menos ser víctima de cualquier acto semejante.
Me permito dejar en claro que ni hombres, ni mujeres lo deben vivir, sin embargo, la nota que me causa molestia hoy, y es tema en diversos medios, es la violencia a la mujer.
Con base a esto, es que leí un poco sobre los mitos románticos y les quiero compartir lo siguiente:
El amor todo lo puede
Esta afirmación se basa en la idea de que, si hay amor en la relación, es garantía suficiente para superar cualquier problema, esto es absurdo; así como en su sentido contrario, llevando a pensar que si hay problemas no hay amor.
Amor a primera vista
Un mito muy vigente, inspirador de películas y de bellas canciones, sin embargo, es una superstición que abarca desde la creencia en el flechazo hasta la idea de que el azar interfiere de alguna manera para propiciar un encuentro entre dos personas destinadas a estar juntas. Este mito lleva a las personas a ignorar relaciones con un potencial enriquecedor muy alto porque no se han iniciado con una coincidencia apasionada.
La media naranja
Me recuerda al famoso “hilo rojo”, esta es la ansiada y perseguida media naranja. El paradigma que engloba este mito es el de que solamente existe una persona a lo largo y ancho del mundo que es ideal para cada uno. Y si se tiene en consideración que el concepto de perfección es un ideal puro, es prácticamente imposible que nadie encaje en aquellos esquemas que imagine la persona. La búsqueda puede resultar, si cabe, aún más desalentadora.
La persona correcta llena todos los aspectos de la vida
Una ambiciosa afirmación, ya que sus efectos son innumerables, y en la gran mayoría de los casos negativos; siendo la más importante la de originar una obsesión por hallar a otra a persona para comenzar a vivir, a realizar los sueños o incluso para empezar a ser feliz.
La plena compenetración sexual es una prueba indiscutible de amor
Este mito camina un poco de la mano con el del amor a primera vista. En él la persona cree firmemente que si su amor es verdadero las relaciones sexuales siempre serán asombrosamente buenas con él o ella.
Cuando se está enamorado no es posible sentir atracción por otra persona
Partiendo de la idea de que el amor no paraliza la disposición a sentirse atraído por otros y de que la fidelidad es un constructo social, en el cual es la propia pareja la que decide qué tipo de compromiso quiere adquirir; es muy común experimentar algún tipo de afinidad con otras personas sin que esto signifique que ya no se quiera a la pareja, quedando en manos de la propia persona establecer los límites de esta atracción.
Los celos son una prueba de amor
En realidad, la experimentación de los celos solamente constituye un indicador del umbral de la angustia ante la idea de otra persona se lleve aquello considerado como propio por derecho, lo que la persona cree que le corresponde recibir en exclusiva.
Un estudio de la Universidad de Granada (UGR) revela que la aceptación de los falsos mitos amorosos puede conducir a desarrollar conductas de violencia de género. Este es un problema que afecta en especial al sector adolescente y joven, precisamente por su vulnerabilidad.
La investigación ha evaluado así la interiorización de los falsos mitos del amor romántico en jóvenes con un rango de edad comprendido entre 18 y 35 años. A través de una encuesta realizada a 153 voluntarios (dentro de estas edades), se estima que alrededor del 70% de ellos cree que “el amor lo puede todo”, “sólo existe una media naranja para mí” y “el amor es ciego”. Estas respuestas reflejan claramente que estos mitos románticos están muy arraigados en la cultura de los jóvenes.
Es por tanto que estos mitos forman una parte muy fuerte sobre lo que algunos jóvenes y otros no tan jóvenes, llegan a confundir con amor cayendo lamentablemente en comportamientos enfermizos que reflejan carencias y actos violentos hacia su pareja.
Debemos hablar, pero principalmente escuchar a nuestros jóvenes, una conversación a tiempo puede evitarnos terribles tragedias.
Aclarar estos mitos no garantiza que la violencia de género se detenga, pero sí podemos ofrecer herramientas más fuertes y firmes para que en los casos que sea posible se detengan.
Abrazo a la distancia a nuestros jóvenes sinaloenses.
Afectuosamente,
Karla Lozano