Una casa antes visitada por presidentes y gobernantes donde hoy la imaginación y la libertad de expresión se reúnen para construir cultura.

(TBN) Un espacio predilecto para la expresión cultural en todo su esplendor desde su creación. Donde el gusto y la creatividad se unen para envolver a quienes acuden a ella.

La Casa de la Cultura de la UAS siempre ha estado relacionada con las máximas personalidades de la República Mexicana.

Para contar su historia el artista plástico Jorge Luis Hurtado, nos conduce hasta la época de 1800 para descubrir ese “algo” que encierra este recinto cultural.

Con la orden de construcción por don Jesús Almada Salido a finales del siglo XIX, propietario en esa época del ingenio azucarero “La Primavera” ubicado en Navolato, Sinaloa inició el gusto artístico en la región.

Fue el sitio elegido para vivir con la familia que formó con su esposa Alicia Calles Chacón, la querida hija del presidente Plutarco Elías Calles.

Por sus pisos y paredes transitaban personalidades como el mismo Presidente Elías Calles y el exgobernador, el general Cañedo. Siendo considerada como una casa presidencial en su momento.

Tras el abandono por parte de la familia Almada en 1976, transcurrieron 7 años para que la Universidad Autónoma de Sinaloa la adquiriera como casa. Un momento que desató el gusto por la cultura.

Relata que al ingresar a la ahora Casa de la Cultura de la UAS, descubrías el gusto exquisito por piezas que engrandecían la belleza de los pilares del lugar.

Encontrabas muebles de procedencia parisina o italiana. Los acabados en los baños que provocaban un deleite visual que englobaba toda la casa.

Desde entonces ha tenido remodelaciones pues se optó por sacar las chimeneas, modernizar los baños y las estancias, respetando la fachada original del lugar.

El arco central destaca de los tercios de arcos que flanquean por la alzada de la clave más elevada.

En los macizos que flanquean el pórtico se abre un ventana en cada uno, de dintel recto y enmarcado por jambas sencillas que sostienen un dintel recto ornado por una cornisa como remate.

Un sinfín de momentos e historias tuvieron lugar en este espacio, donde la imaginación y la realidad se toman el tiempo para volverse a encontrar.

Por eso y mucho más, es considerada como una casa emblemática a nivel histórico que ha cobijado a diversas asociaciones e instituciones en su expresión artística y cultural.

Hoy podemos estar orgullosos de poder atravesar sus puertas dejando por detrás cualquier obstáculo que impide el goce de las obras que resguarda.

Así como las conferencias, mesas redondas, congresos y encuentros que alberga el lugar.

Presume de ser el espacio predilecto para dar a conocer el talento de quienes se atreven a colocar alguna obra en cualquier espacio dentro de ella.

A estos atrevidos les da la oportunidad de vencer sus miedos y presentar su trabajo ante un público no menor a 100 personas diarias.

Una audiencia conformada por amantes culturales hasta académicos de diversos grados, invitando a los pequeños a adentrarse a este grandioso mundo lleno de romanticismo y expresión.

Además de su historia y su fachada, la Casa de la Cultura de la UAS no cela el talento al abrir sus puertas a artistas extranjeros de distintos países como: Colombia, Perú, Chile, Argentina, Brasil y Estados Unidos.

Por esta razón es engrandecida como el recinto cultural más importante de Sinaloa, al ofrecer a sus visitantes obras con una exquisitez singular y llenas de calidad.

Al ingresar a este recinto te encuentras con una atmósfera diferente que puede hacerte sentir perdido. Sin embargo, sus trabajadores están listos para rescatarte y guiarte por el camino artístico que ofrece la casa.

Mediante bromas y explicaciones, te ofrecen un recorrido lleno de diversión que te genera un sentido de relajación instantáneo sin olvidar el aprendizaje adquirido.

Ciertamente un espacio destinado a preservar y difundir los aspectos culturales que caracterizan a una región o comunidad.

Fotografía (cc): Miguel Angel Victoria // 1.bp.blogspot.com