Nos antecede un Culiacán diferente, volvamos a la Juventud

Las causas de la violencia son individuales, se deben resolver en familia.

(TBN) Héctor Sánchez Gutiérrez es un militar culiacanense que entregó su vida a la milicia desde la tropa hasta el estado mayor presidencial, y conoció un Culiacán diferente en tema de seguridad.

Invitado como conferencista ante líderes sociales y empresariales de Culiacán, sus preguntas son intensas: ¿Por qué fuimos perdiendo a la sociedad?, ¿dónde fuimos dejando a los jóvenes?.

Retirado de la milicia con el grado de General de División DEM y maestro en Prevención y Participación Ciudadana, habla de la existencia de un perfil delincuencial muy diferente al que antes se tuvo en Culiacán.

Comenta que al principio del narcotráfico la acción militar es Sinaloa se centraba en la destrucción de plantíos; pero hoy es ante grupos criminales violentos y bien estructurados.

Precisa que ante el avance del problema social ya no es posible su control sólo con la intervención de las fuerzas armadas, y define que el problema creció como la humedad.

"El fenómeno social fue creciendo y llegó por un montón de años, ¿qué hicimos?, ¿dónde nos equivocamos?, ¿en qué momento la pared se llenó de humedad?. Pues ya está hasta arriba".

Al llamar la atención de las familias mexicanas comenta que el problema de la violencia tiene solución en las causas, ahí donde nos equivocamos, en la familia.

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Precisa que la solución está con los niños y con los jóvenes: "Las causas son individuales, el individuo hace su carrera delictiva, avanza hasta que va a la cúspide en el fenómeno de la delincuencia".

"Una comunidad puede tener individuos antisociales, pero cuando permea en una comunidad o todos son, tenemos un problema de seguridad nacional".

Bajo su opinión personal la autoridad debe contener la "humedad", "la que también está dentro y fuera de las instituciones de gobierno"; y trabajar intensamente en programas de prevención social.

Héctor Sánchez Gutiérrez llama a las familias a no perder su función educadora, a fortalecer con autoridad sus valores, y cuidar cada quien sus propios hijos y jóvenes.

"Los cuerpos de creencias son importantes, la mente humana es heterogénea, debemos capitalizarlo en provecho para todos".

Señala que el ser humano necesita fe, un valor moral de religión y "un cuerpo de creencias que van orientados a tener una norma moral que rija la sana convivencia".

Además de la intervención policiaca y militar urgente, su consejo es... Volver a la juventud.