La mañana empezó alegre para los niños, día de fiesta y regalos. Simplemente porque es el día del niño.

Tus Buenas Noticias. Los niños se levantaron con ganas, ya no hubo que rogarles para que se bañaran, tampoco para el complicado peinado de las niñas, mucho menos para vestirse, porque es 30 de abril. Es día de fiesta, es día del niño.

En la mañana, por las calles sobre el automóvil circulando las madres terminaban de hacer los últimos arreglos torciendo el cuerpo hacia el asiento trasero o acomodando al “peque” en modo de bulto entre las piernas. Es el viaje corto camino a la escuela o al salón donde será el encuentro, todos deben verse espléndidos.

Este día no hay niño feo. Hay ropas limpias, ropas nuevas y alegrías cruzadas, miradas traviesas que abrigan complicidad. Hace muchos años los festejos de niños abandonaron las canciones infantiles, el perreo suena estridente en las escuelas.

Niños fuimos, niños hemos tenido, y niños vienen, pero poco se nos dice del motivo del festejo. Oportuno resulta preguntar ¿por qué se celebra el día del niño?.

De manera universal el día del niño se celebra el 20 de noviembre por recomendación del Fondo de las Naciones Unidas para la infancia, pero en México ese día ya estaba ocupado con el festejo de la revolución mexicana, por lo que la celebración se cambió al 30 de abril.

Con la primera guerra mundial los años de 1914-1918 trajeron la confrontación de intereses entre países europeos, de medio oriente y luego países aliados con daños devastadores a las poblaciones, que no sólo impactaron a los ejércitos, sino a la población en general.

Los niños fueron los primeros perdedores, padeciendo falta de alimentos, libertades, y protección mientras se invertía en tecnologías de guerra y modos de ataque.

En 1924 diez años después de la Gran Guerra se redactó y firmó la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño, el primer documento que reconoce la responsabilidad de los adultos para asegurar su bienestar y protección, y la existencia de derechos específicos para las niñas y los niños.

Los niños de México

Los niños de México no fueron impactados por las grandes guerras mundiales, pero sí jugaron un rol protagónico durante el movimiento de la Revolución mexicana, donde las citas históricas los identifican haciendo labores de espías, de mensajeros, como soldados y “mandaderos” llevando alimentos, armas y municiones a los combatientes.

Para esos tiempos México vivía un rezago de atención a la mayor parte de la población, por lo que es de entenderse que fueron los niños quienes más se impactaron ante la falta de educación y de oportunidades de desarrollo.

Cuando las Naciones Unidas declara el día del Niño a nivel mundial, México ya tenía apartada esa fecha con el festejo de la revolución el 20 de noviembre, por tanto, el presidente Álvaro Obregón se comprometió a respetar los derechos de los niños firmando el documento el 30 de abril de 1924.

Después de la Segunda Guerra Mundial el 20 de noviembre de 1959 las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, y ya no serían 5 (1924), sino 10 principios los derechos universales.

Estos principios privilegian que ningún niño sufra consecuencias del abandono, de conflicto bélicos, por explotación o por violencia doméstica.

Pese a este compromiso México tardó en convertirlo en ley, pues apenas hasta el año 2000 se promulgó la primera Ley de Derechos de las Niñas y los Niños, reformada en el año 2014 para cubrir más e 20 derechos de los niños mexicanos.

Eso nos ayuda a explicar por qué en las escuelas y en los hogares se invierte poco tiempo en explicar qué significa el día del niño.

Como muchas conmemoraciones, el día del niño tiene un pasado de sufrimiento en niños privados de sus derechos. Por la miseria en que viven hoy más de 21 millones de niños y adolescentes en el mundo (UNICEF), expliquemos a los niños las razones libertarias y el valor de la vida.

Este día, la jornada de diversión infantil terminó con intestinos rebosantes de dulces, pastelillos y gaseosas, ropa nueva y mucha algarabía. Los buenos momentos cargados de amor que quisiéramos para todos los niños del mundo.

Imagen: Edición TBN // Montessori Culiacán.