En la vida hay muchos encuentros, el mejor es contigo mismo.

En la vida hay diferentes tipos de encuentros, pero hay un encuentro muy importante, ese que sucede contigo mismo y en Taller de vida, hablaremos de ésto. Colaboración del psicoterapeuta humanista,

Antonio Ayala.

Un encuentro contigo mismo, desde un otro...

Le conocerás, sentirás atracción, le admirarás, te enamorarás, tendrás fe, te entregarás, te desilusionarás, sentirás nostalgia, valorarás los ayeres, añorarás tenerlos, extrañarás, recordarás, revivirás, suspirarás, te cuestionarás, te sublimará, agradecerás haberlo vivido, seguirás tu camino aún con fe y de nuevo... conocerás a alguien.

Los que saben de amor, comprenden el valor de la dulzura aun cuando no hay pasión;

la importancia del respeto a pesar del tiempo, lo indispensable de la alegría en lo cotidiano, lo necesario de considerar al ser amado para el bienestar propio.

Lo fundamental de la tolerancia ante las diferencias, el protagonismo de la amistad como fundamento del amor, lo urgente de la admiración para aprender del otro, lo prescindible de la razón en las conversación.

Lo inverosímil del capricho al pedir, lo útil del servicio al dar, el protagonismo de la gratitud para poder amar.

Mudémonos de aquí, a donde no nos alcance la rutina, donde los besos no pierdan sabor, donde la costumbre sea lo eventual, donde "por siempre" sea por siempre.

Donde lo temporal sea permanente, donde lo primordial sea lo importante y no lo urgente.

Donde tú te pertenezcas, y yo sea por completo mío, donde las incertidumbres nos llenen de certeza porque nos tenemos el uno al otro, donde la soledad no nos una y sí la idea de compartirnos.

Donde yo luche por conservar tu esencia y no por cambiarla, donde tus defectos me enamoren, donde tus deseos se hagan míos y tu placer mi dicha.

Vayámonos antes de que lo nuestro camine en los caminos ya andamos por muchos otros... vayámonos que aún es tiempo.