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¡Suelta la codependencia! Te decimos cómo, en Taller de Vida.

Rendirte a la idea de poder cambiar a otro, hace posible soltarte de los brazos de la codependencia... Conoce más acerca de la codependencia, y cómo soltarla.

11 julio, 2018
¡Suelta la codependencia! Te decimos cómo, en Taller de Vida.
¡Suelta la codependencia! Te decimos cómo, en Taller de Vida.

Taller de vida presenta "La codependencia", decide hoy soltar al otro y a la idea de poder cambiarle.

Una colaboración del psicoterapeuta humanista,

Antonio Ayala.

La codependencia

La codependencia es la anulación del objeto deseado.

Es la familia, la cuna de la codependencia y tiene su antítesis en la corresponsabilidad.

El complejo de culpas se sintomatiza por los arrepentimientos, el autocastigo, sometimiento ante el otro, los intentos por compensar y la codependencia.

La codependencia se gesta en quien cree que hay que salvar al otro de sí mismo

El codependiente busca hacerse indispensable en la vida de los demás y en ello basa sus relaciones afectivas.

Es codependiente el que piensa que constantemente debe ser salvado por otro y también lo es aquel que considera debe rescatarlo en todo momento; el codependiente se piensa una víctima del otro, pero también se erige en el que se considera victimario y crea culpas más allá de sus responsabilidades.

La personalidad anaclítica es la dependencia materna a niveles exacerbados. Tiende a la codependencia y proclive a las adicciones.

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Fortalecer la personalidad, promueve autonomía psicológica y por consecuencia mayor valentía para enfrentarse al mundo sin necesidad de la madre.

En el codependiente emerge lo reprimido tarde o temprano, exigiendo todo del otro y tornándose al sadismo.

Así entonces, busca para emparejarse, personas vulnerables para poder "salvar" y sentirse urgente, indispensable, para el ser amado.

El codependiente depende de los dependientes. Pues es aquel que depende de la dependencia de los demás para crear sentido en su vida. Por esto, lo imperdonable para el codependiente es la felicidad del otro sin su participación.

La personalidad anaclítica (codependiente) se sintomatiza en la angustia generada al percatarse de que el otro, no le necesita.

El codependiente es esclavo y rara vez recibe, porque está tan desbordado dando, que anula el deseo de dar del otro.

Es codependiente tiene dos polaridades; el que piensa que constantemente debe ser salvado por otro y también lo es aquel que considera debe rescatarlo en todo momento; el codependiente se piensa una víctima del otro, pero también se erige en el que se considera victimario y crea culpas más allá de sus responsabilidades.

En el codependiente al paso del tiempo, emerge lo reprimido tarde o temprano, exigiendo todo del otro y tornándose al sadismo.

Por la cultura, hacemos pasar por actos románticos los más viles actos de codependencia, porque se patenta y justifica en nombre del amor.

Rendirte a la idea de poder cambiar a otro, hace posible soltarte de los brazos de la codependencia.

Podemos saber que hemos caído en las manos de la codependencia, y hemos renunciado a nuestra libertad, volviéndonos esclavos, cuando el objeto se ha mudado; cuando lo que perseguimos ya no es el objeto al que podíamos acceder a través del ser querido, porque es el mismo ser amado, quien se ha vuelto nuestro objeto mismo de deseo.


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