Conoce aquello invaluable pero asequible: Las dádivas del amor...
Todo aquello que a veces recibimos, que a veces damos... Que no tiene precio, no se compra, es otorgado, y suceden esas tan famosas dádivas del amor cuando dos se compenetran y se vuelven uno.
Las dádivas del amor, regalar aquello que no se compra, que se otorga, aquello que vale más que lo material, que es invaluable... Colaboración del psicoterapeuta humanista, Antonio Ayala.
Dádivas del amor
No tengo gran cosa que ofrecer, por ello te regalo mi ser
Te regalo mi corazón para que soporte aquello que te embargue de tristezas, mis manos para que hagan por ti lo indigno, mis brazos para darte calor cuando te cale el frío.
Mi espalda para cargar en ella tus pesares, mis piernas para impulsarte tan alto como tú quieras, mis pies para caminar las largas jornadas.
Si no te regalo el pensamiento, es porque es lo único que tengo para poder amarte.
Entonces, mudémonos de aquí, a donde no nos alcance la rutina, donde los besos no pierdan sabor, donde la costumbre sea lo eventual, donde "por siempre" sea por siempre, donde lo temporal sea permanente, donde lo primordial sea lo importante y no lo urgente, donde tú seas tuya y yo por completo mío.
Donde las incertidumbres nos llenen de certeza porque nos tenemos el uno al otro, donde la soledad no nos una y si la idea de compartirnos.
Donde yo luche por conservar tu esencia y no por cambiarla, donde tus defectos me enamoren, donde tus deseos se hagan míos y tu placer mi dicha.
Vayámonos antes de que lo nuestro camine en los caminos ya andados por muchos otros... vayámonos que aún es tiempo.
