Los tamales de la Candelaria sincretismo mexicano
Comerse los tamales de la candelaria es una fiesta “godín” que el 2 de febrero une tradiciones en México
Los tamales de la candelaria son citados desde la navidad, adjudicados en enero, y el día 2 de febrero tienen su promesa forzada como centro de una fiesta “godín”, con transfondo hogareño y esencia del sincretismo religioso mexicano.
Es una de esas tradiciones mexicanas que en vez de extinguirse va en creciente popularidad aunque cada vez más desapegada a su origen, y difícil de explicar por los comensales, pero de buen sabor y ambiente.
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La “tamaliza” del 2 de febrero se extendió por todo México, pero tiene más auge en ambientes de oficinas (“Godines”) y trabajadores en toda clase de empresas y comercios. Antes era sólo en los hogares y fiestas religiosas.
En el día de la candelaria, a la hora de comer los deliciosos tamales con chocolate, champurrado, atole, café o gaseosas, no falta el comentario de quien dice “no se ni que significa esto, pero están bien buenos”.
Con las “comilongas” que se dan en las posadas navideñas, de año nuevo, y día de reyes, sale a relucir la conversación “y faltan los tamales de la Candelaria”.
La ruta de las tradiciones y celebraciones católicas mexicanas de invierno inicia con las fiestas de “las posadas”, previo a la navidad; luego la fiesta de la Navidad el 24 de diciembre en conmemoración del nacimiento de Cristo; y le sigue el Dia de Reyes conmemorando la visita de los magos al niño Jesús.
Con la tradición católica el día de reyes se celebra con una rosca de pan dulce, la que oculta lleva figuras representativas que simbolizan a Jesús (escondido ante Herodes). Cuando se parte la rosca, quienes se quedan con “el monito” en el pan habrán de financiar los tamales el día de la Candelaria.
Así, perpetuando la ruta de la tradición el día 2 de febrero se trata de ligar la historia de cuando el niño Jesús fue presentado en el templo de Jerusalén. El cuadro se complica cuando se trajo la veneración de la Virgen de la Candelaria (morena), de las Islas Canarias de España a México y se le agregó tamales al festejo.
Así, la imagen de la “Virgen de nuestra señora de la Candelaria” es una advocación de María presentando a Jesús. Y los tamales mexicanos son el alimento de la fiesta.
¿Por qué tamales?
Aquí empieza el sincretismo. Los indígenas de México celebraban el primer día del año y otros motivos en honor a los dioses Tlaloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcoatl, donde los tamales eran parte de las ofrendas, por su composición de maíz, un grano de la mitología y cosmovisión de los indígenas mexicanos relacionado con la vida.
Así, aunque se cambió el objeto de adoración, los nativos de México siguieron ofrendando sus tamales a viejas o nuevas divinidades en las fiestas religiosas.
México el país con más variedades de tamales en el mundo.
La palabra tamal viene del náhuatl “tamalli” (envuelto), la mayoría elaborados con una masa de maíz rellena con diversos ingredientes (cárnicos, vegetales y semillas) envuelto y cocidos en hojas de maíz, de plátano y otros vegetales.
Cada región de México tiene tamales de diferente forma, sabor e ingredientes. Son una mezcla de la culinaria nativa con platillos hispanizados. Se estima que existen unos 500 tipos de tamal.
