México es uno de los casos con mayor fortaleza en asuntos electorales y ocupación de espacios políticos por mujeres en América Latina.

(TBN) La investigadora y editora Flavia Freidenberg expuso que desde 1987 México ha reducido la brecha de género incluyendo a las mujeres en espacios políticos, pero a base de activismo legal y liderazgo electoral.

La especialista participó como invitada al Panel Género y Democracia, Retos 2018, organizado por el Instituto Electoral del Estado de Sinaloa en el marco del 64 aniversario del sufragio femenino en México.

Flavia Freidenberg es Investigadora de Instituciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Durante su exposición señaló que no se sabe el porcentaje medio de activismo legal entre hombres y mujeres de las 32 entidades federativas de México en los últimos 30 años.

Sin embargo, dijo, que sí se sabe desde fuera que México se encuentra como muy avanzado en participación de la mujer en temas electorales y ocupación de puestos de elección.

Comentó que se puede sacar aprendizaje de la experiencia federal (de México), que puede ser interesante pensarla a nivel estatal.

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Los cambios han sido posibles porque se ha conseguido identificar y visibilizar la cuestión de la desigualdad sustantiva entre hombres y mujeres como una desigualdad que tiene que ver como un problema de exclusión.

Dijo que no es un problema sobre las mujeres, “sino un problema de la democracia, un problema de hombres y mujeres, y esto es un cambio sustantivo que se ha dado en las últimas décadas en la región”.

Expuso que los cambios han sido posibles porque se ha dado una coalición de gente (mujeres) que desde las instituciones están monitoreando, observando, controlando y pensando cómo mejorar la participación femenina en la democracia.

Comentó que hoy en día se ocupa un cambio de relato, un cambio en la concepción de pensar en este problema como de derechos humanos, y no sólo como un problema de derechos de las mujeres.

Flavia Freidenberg compartió que, no se trata de un problema de hombres contra mujeres; sino de la distribución de décadas de política donde los hombres han dominado los puestos y los cargos de poder, así como el acceso y el ejercicio.

Manifestó que las barreras que enfrentan las mujeres son diferentes dependiendo de la fase del proceso de representación, no es lo mismo cuando se tiene que ver si son elegibles y cumplen los requisitos a cuando son electas, candidatas o ejercen el cambio de representación.

Sostuvo que “hemos hecho mucho esfuerzo en resolver los problemas en el acceso, pero no le hemos prestado tanta atención a los problemas en el ejercicio del poder”.

También expuso que esto en México quizá ya está cambiando, “pero en la mayoría de los países de América Latina siguen concentrados en respuestas institucionales para solucionar el acceso al proceso de representación. Se debe ir más allá de las leyes, de las normas, reglamentos y respuestas no institucionales”.

Imagen: TBN