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Para el maestro...

El alumno y maestro coexisten o no son... Un texto dedicado para el maestro.

16 mayo, 2018
Para el maestro...
Para el maestro...

Recientemente se celebró el día del maestro, ¡Felicidades a todos los maestros! A continuación un breve texto: Para el maestro.

Ésta es una colaboración del psicoterapeuta humanista,

Antonio Ayala.

El alumno y maestro coexisten o no son... Un texto dedicado para el maestro.

Tan pretencioso es pensar que uno puede enseñar, como que hay otro que está dispuesto a aprender.

maestro

El alumno y maestro coexisten o no son. Cuando el alumno se dispone, el maestro en tanto existe. No hay maestro sin alumno, pero el alumno hace al maestro.

El maestro está donde el alumno lo desee... donde quiera que él esté, porque "aprender" se logra siendo alumno; no, teniendo maestro.

Maestro no es aquel que regala verdades; es quien ayuda al otro a construir las propias. Por tanto, el hombre que reconoce sus errores, encuentra en ellos maestros que le darán grandeza.

El maestro sólo cabe en el humilde que sabe mucho de su ignorancia y cuando un maestro es realmente bueno, el alumno termina por superarlo.

La labor del maestro no termina en proveer conocimientos; consiste en crear un amor por saber, el deseo por descubrir lo que se haya más allá del entendimiento; construir con el saber mundos nuevos, ampliando panoramas para ensanchar la realidad.

El maestro nace en cada alumno que está listo para aprender y muere en el soberbio que se vuelve amante de lo ya sabido. El maestro solo cabe en el humilde que sabe mucho de su ignorancia.

El verdadero maestro tiene el arte de transmitir el conocimiento dando pauta a que el error del aprendiz, se convierta en su enseñante.

Ser maestro va más allá de transmitir conocimientos; es enseñar a construir los propios.

Quien enseña no sólo procura construir verdades, también promueve dar caducidad a las ya obsoletas.

El enseñante no está en donde la enseñanza; éste se halla sólo en la humildad del deseoso de aprender.

El docente es quien tiene el don de que su "amor por el saber", logre ser el "amor por saber" de sus estudiantes.

A ustedes maestros de toda índole, que usan su razón sin buscar "La razón", en la intención de que la epistemología no caiga en dogmatismos estériles... Mi felicitación y completo agradecimiento, por enseñarme el camino al conocimiento; más aún, por enseñarme a dudar de lo ya sabido y ser un afanoso buscador del saber.


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