Parcialmente restada la productividad en un día sin mujeres en Culiacán

Discusiones en oficinas y redes sociales contribuyen a fijar nuevas formas de convivencia social

Un día sin mujeres en Culiacán pone precedente de protesta y reflexiones en todos los hogares, el resultado es que deja parcialmente restada la productividad y ha puesto en boca de todos el papel protagónico de las mujeres y la necesidad de poner el respeto y la seguridad como elemento de convivencia social.

Desde el 8 de marzo, la conmemoración del Día Internacional de la mujer, levantó en México expectativas encontradas. Las noticias en las redes y los medios formales de comunicación abrieron el debate sobre las protestas, lo que es correcto, lo que no debe ser, o lo que debe cambiar en el trato con las mujeres. Rápido se prendieron los temas de discusión y se fijaron posturas.

En la ciudad de Culiacán, en el despertar del 8 de marzo, la primera acción pública fue la pinta de leyendas en las paredes del palacio municipal: “váyanse por donde no hay feminicidios”, decía la leyenda parafraseando la expresión del alcalde en controversial tema de los baches. La fuente en el monumento a Agustina Ramírez fue teñida de rojo, y no pasó a más.

El 9 de marzo convocado a paro, con un día sin mujeres, la ciudad amaneció casi desértica, y así continuó. La mayoría de las escuelas desde preescolar hasta la universidad no tuvieron vida, no había mujeres. La mayoría de los varones que fueron, tampoco tuvieron clases de continuo, no había maestras.

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Protestan mujeres en calles y el Palacio de Gobierno de Sinaloa, reclamando igualdad, respeto y seguridad.

Los bancos, que son operados en su mayoría por mujeres tampoco abrieron, se sabe del banco Banamex que en Culiacán permanecieron cerradas las sucursales de Sanalona, Country, Carranza y Aquiles Serdán. Igual lo hicieron otras instituciones bancarias que ya habían anunciado su solidaridad con las mujeres

Muchas tiendas de autoservicio definitivamente no abrieron y otras lo hicieron limitando el trabajo sólo a varones, en la libertad anticipada de apoyar la causa a las mujeres, sin represalias ni descuentos. Sucedió así con las tiendas Ley, Soriana, Coppel, agencias automotrices y la mayoría de las empresas, grandes y pequeñas.

A las 10 de la mañana fueron citadas las mujeres de Culiacán para participar de una marcha de protesta. La cita fue en el palacio municipal, para hacer una manifestación contra la violencia de género seguía de un recorrido por la avenida Álvaro Obregón rumbo al Palacio de Gobierno del Estado.

Portando cartulinas y pancartas con leyendas, y haciendo coros y gritos de protesta, las mujeres se hicieron escuchar. En la marcha iban las mujeres rastreadoras, los colectivos de mujeres, mujeres víctimas de delincuencia, familiares de víctimas y profesionistas.

En los andadores del Palacio de Gobierno sólo había hombres mirando, las mujeres no trabajaron. Pero en la planta baja, el centro del edificio las manifestantes gritaron a coro consignas para poner alto al feminicidio, al abuso con las mujeres y malos tratos.

En la protesta las mujeres lanzaron consignas, leyeron el pliego petitorio de alerta de género del 2017, reclamando al gobernador, al Poder Judicial y a la Fiscalía General del Estado, la aplicación de la justicia en favor de las mujeres. Reclamaron estar “hartas de vivir con temor, con miedo y con inseguridad”.

Tendidas al suelo las mujeres simularon la condición de las víctimas del feminicidio (ya van 12 en lo que va del año en Sinaloa). Y reclamaron que la fallecidas no son cifras, sino niñas, adolescentes, mujeres con historias y familias.

En las oficinas, en las fábricas, en las tiendas y aún en las redacciones de medios, se sintió la ausencia e las mujeres, los trabajos salieron incompletos, ineficaces, las ventas bajas, la productividad limitada y la economía fracturada.

Aunque en Culiacán la suma de manifestantes en público no se midió en miles, las pérdidas económicas sí lo fueron.

No cabe duda, Nada es igual sin las mujeres. Llegando a casa desaprendamos lo mal aprendido, respetemos, amemos, y reivindiquemos el valor de nuestras amadas compañeras de vida. Que la lucha y reflexión de este día sea el mejor camino de paz en Sinaloa.