Cuerpos que se deslizaron en paisajes inconcebibles, personajes que parecen volar al ritmo de la música.

Once bailarines fueron los encargados de brindar una noche maravillosa al público a través de la expresión corporal, la elasticidad y la magia de la tecnología visual en el espectáculo de Pixel.

Pixel es un vuelo de la imaginación que desde las primeras escenas, provocó expresiones de admiración entre el público.

Mediante cascadas de nieve, tormentas borrascosas, suelos en donde los personajes parecen hundirse; el espectáculo rompió con el espacio y el tiempo.

Este efecto se consigue con luces láser proyectadas contra el fondo de translúcidas pantallas de tul donde los personajes actúan al ritmo de piezas musicales.

Además el Teatro Pablo de Villavicencio presenció cómo los actores se deslizaban de un extremo a otro en patines, una bailarina que contorsionaba su cuerpo y más acciones que hicieron creer en la magia a los espectadores.

De esta manera la tecnología, música, danza y arte, armonizaron esta pieza singular; que al sonar cientos de palmas unidas en coro, cerraron con broche de oro con la palabra “México” dibujada en la pantalla.

Alas para la imaginación que trastabilla, vitaminas para los espíritus cansados, chispazos para encender de nuevo la ilusión.

La vanguardia escénica europea en el Teatro Pablo de Villavicencio, fortificando los corazones con su exquisita magia.