Reflexión "Conversar, reconforta" colaboración EN POSITIVO.
Siempre rodeados de experiencias y conversaciones que van formando el día a día y que a veces ponen a prueba nuestra fortaleza una y otra vez.
Una colaboración de Kirey Amano Flores para EN POSITIVO, ¿Habías escuchado la reflexión conversar reconforta? un espacio de reflexión, pensamientos y textos dedicados para ti, como una invitación a ver la vida de una perspectiva positiva.
Kirey
Listo para la reflexión "Conversar, reconforta"
Hay días que pasan desapercibidos, avanzan las horas y transcurren sin grandes acontecimientos.
Hay otros que arrancan el suspiro, que cansan y estresan; que aniquilan. Sí, nos roban el último momento de paz y al despedirte de lo vivido al anochecer, sólo quieres cerrar los ojos y desear que lo que venga sea menos duro con nosotros.
Siempre rodeados de experiencias y conversaciones que van formando el día a día y que a veces ponen a prueba nuestra fortaleza una y otra vez.
Y necesitamos descansar, compartir lo que tenemos en mente y corazón. Dialogar, hablar, quitarnos esto que nos roba la paz.
Seguro nos hemos sentido así muchas veces y una buena confesión ayuda mucho, ya sea con un buen amigo, con la vecina, con tu esposa. Una oportunidad para desahogarnos y aceptar una vez más nuestra fragilidad humana.
¿Qué sería de nosotros sin esas pláticas interminables? Oportunidades para desnudar el alma y descansar un poco nuestro paso.
Inténtelo, las mujeres somos especialistas en eso. Aprovechamos cualquier momento para explayarnos con nuestras vivencias y desesperanzas y buscamos ser comprendidas,
apapachadas pero sobre todo escuchadas.
Los señores son diferentes. En su mayoría, su manera de externar lo que les inquieta se limita a un: "Estoy bien, ahí vamos". A monosílabos que en muchas ocasiones sólo desvían un poco la realidad emocional que se vive.
Pero no estamos juzgando, sólo estamos exponiendo el gran alivio que se vive cuando nos atrevemos a compartir lo que hay en el interior.
La invitación es a suministrarse, las veces que sea necesaria, una dosis de terapia grupal o individual con esa amiga, con esos compadres o con ese familiar que lo conoce a la perfección y lo acepta por lo que es, sin tapujos ni máscaras.
Platique y sienta el consuelo de ser escuchado. Es sanador y muchas veces, esperanzador.
Una frase para finalizar: ¡Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atreves a hablar como contigo mismo! Marco Tulio Cicerón.
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