Desarrollan programa piloto uniendo esfuerzos de colectivos y organismos en ejercicios de resiliencia y paz.

La historia de los narcos y la violencia que ha dado fama a Sinaloa ya está muy escrita, coinciden en señalar Siria Gastélum Félix y Sandra Kozeschnik, quienes consideran que ahora, uniendo colectivos y organismos de la sociedad civil, el estado pudiera pasar a ser un referente de paz a nivel internacional.

Siria Gastélum Félix es sinaloense, es Coordinadora global del Proyecto Resiliencia, activista y participante de la Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada. Se ha desempeñado como Consultora externa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ve en la sociedad sinaloense un gran potencial para poner el ejemplo de paz.

Con su Proyecto Resiliencia ha participado en Sinaloa como conferencista, y ha dirigido actividades con madres con hijos desaparecidos, con desplazados de la violencia, con colectivos urbanos y organismos de la sociedad civil, buscando cómo conciliar intereses pacificadores.

Comenta que su proyecto global de comunidades resilientes ante el crimen y la violencia “está inspirado en la experiencia que tienen los sinaloenses, en su valentía, que a pesar de las peores circunstancias se levantan a trabajar por hacer un Sinaloa de paz”.

Se trata de identificar las acciones positivas a pesar del crimen “Y vimos que ese tipo de historias no estaban representadas en el discurso global esta gente que todos los días valientemente desafía con sus acciones la violencia y el crimen o incluso que resisten, o en Villa Juárez que florecen en medio de las peores circunstancias”. Señaló.

En la entrevista se acompaña de Sandra Kozeschnik, catedrática de la Universidad del Danubio en Krems, Austria, experta internacional en sociedad civil y participación ciudadana. Es colaboradora de organizaciones internacionales y agencias de la ONU en temas relacionados al tráfico de personas, crimen organizado y resiliencia comunitaria.

Siria Gastelum

Sandra Kozeschnik considera que las respuestas y desafíos de las comunidades de Sinaloa pueden llevarse al mundo con otra manera de ver y tratar el problema de la violencia y el narcotráfico, “pero con un enfoque ciudadano, como parte de las soluciones, empoderando al ciudadano para construir respuestas”.

Sandra ha trabajado en planeación estratégica, desarrollo de programas, análisis de políticas públicas, capacitación y cooperación multisectorial en países como: Austria, Bahrain, Brasil, Colombia, El Salvador, Jordania, Kuwait, Líbano, México, Nepal, Oman, Qatar, Serbia, Sudán y los Emiratos Árabes Unidos, con UNODC, UN.GIFT, el Centro de Emiratos Árabes de Estudios e Investigación Estratégica, entre otros.

Le queda claro que “el crimen ha infiltrado todas las instituciones, cuando éstas deberían ser las que prevengan que los jóvenes se dediquen a delinquir, o “cachen” a los jóvenes cuando se quieran salir de delinquir”.

Observa que el problema de los jóvenes de Sinaloa en la delincuencia “tiene que ver con oportunidades, de cuando se es niño, presentarle otras opciones”. De “establecer otra cultura, decir mira, la narcolcultura no es la única cultura que hay. Hay otra música, hay otra forma de vestirse, hay otra forma de pasar el tiempo, hay otra forma de relacionarse con la gente”.

Sandra Kozeschnik

Dice que la violencia en Sinaloa “tiene mucho que ver con oportunidades y puertas abiertas, y me refiero tanto a lo económico cultural, como también a que haya ciertas razones por las cuales están excluidos al principio, llámese racismo o exclusión social o violencia de género”.

Lamenta la inclusión de jóvenes en el narcotráfico y su constante muerte. “Qué feo que hay muchas razones por las cuales la gente no se pueda insertar en la comunidad como debería. Y quizá algunos, no se habla de todos, no puedan relacionarse de otra manera, y pertenecer a un grupo de otra manera”.

“Tenemos que hacer que sea más fácil salir de ahí, porque cada uno que salga de esos grupos es uno más de los buenos”, afirma convencida.

Es la segunda vez que Sandra viene a Sinaloa a ofrecer sus servicios. Se sorprende que haya “muchas iniciativas, muy buenas” y “gente muy comprometida con las comunidades, pero sin organización”. Su iniciativa incluye la profesionalización de los colectivos y organismos. “lo que nos une es esa visión de un Sinaloa mejor”. Dice con entusiasmo.

Siria Gastélum trabaja en la alianza de las organizaciones para dialogar y capacitarse; hizo de Sinaloa un programa piloto, que incluirá en la Red Global de Comunidades Resilientes ante el crimen y la violencia.

Considera que en tema de narcotráfico “nos hace falta escuchar las historias de las víctimas, nos hace falta escuchar las historias de la gente que ha perdido tanto, de los que sufren, en vez de escuchar a los que se benefician”.