Festejan su matrimonio dando de cenar a 160 personas necesitadas
A cinco días del matrimonio, ofrecieron una cena festiva para 160 personas necesitadas, entre niños y familias completas.
Estos jóvenes originarios de Brasil sintieron esa inspiración durante la misa.
Tras dos años y medio de noviazgo, Ana Paula de 23 años y Víctor de 24 años contrajeron matrimonio este 2019 y decidieron extender la celebración debido a su fe y compromiso con obras sociales.
A cinco días del matrimonio, ofrecieron una cena festiva para 160 personas necesitadas en su natal Guarapari, Brasil. Atendieron a niños y familias identificadas y apoyadas por el Centro Social de Santa Mónica.
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“Empezamos a rezar para ver lo que Dios quería de nosotros. Y al hacerlo, tuvimos la inspiración. No fue sólo una acción solidaria para mí, fue realmente conmovedor de principio a fin; cuando entró la primera familia nos desbordó la emoción. Yo sé que para ellos también fue muy importante y emocionante, renuncié a una fiesta tradicional a cambio de la Paz que Dios dejó en mi corazón”, compartió para medios de aquel país, Ana Paula.
Por su parte, Víctor comentó: “Durante la cena los niños y algunos padres nos abrazaron y felicitaron. Lo vivimos en verdad como nuestra fiesta de bodas recibiendo mucho más de lo que pudimos dar. Salimos de allí llenos y al culminar el evento sentimos genuina realización al mirarnos el uno al otro. El sentimiento es de gratitud”.
Durante la misa vino la inspiración al escuchar “O meu Reino tem muito a dizer” (mi Reino tiene mucho que decir), de J. Thomaz Filjo y Frei Fabreti. Un pasaje del canto evoca el evangelio de Lucas, versa así:
“Si una cena quiere proponer / no invites amigos, hermanos y otros más / Sal a la calle y busca a quien / no pueda recompensarte / que tu gesto será recordado por Dios”.
La pareja enfrentó resistencia de algunos amigos, que pensaban que la idea esta “una locura”, sin embargo, cada vez más personas quisieron ayudarlos a medida que pasaba el tiempo pues también sintieron inspiración con esta iniciativa.
Fue entonces que se empezaron a sumar fuerzas, “Los amigos llevaron la música en vivo, una empresa prestó el mobiliario, manteles, otras la decoración y los voluntarios. Conseguimos personas para ayudar a preparar la cena. Al final, conseguimos algo mucho mejor de lo que esperábamos”, comentó Víctor.
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Fuente:
Basado en el artículo de Sempre Família // Aletia.