VIDEO: Doña Tina, honrando a los muertos mantuvo vivos a sus 10 hijos

Ernestina Llanes tiene más de 45 años en la elaboración de flores de papel. Desde junio anticipa trabajo para el “Día de muertos”.

Con la atenta mirada de sus ojos color verde; Ernestina Llanes Medina, toma cuidadosamente los materiales que, con el talento de sus temblorosas manos, convierte en hermosas flores de papel.

Papel china de colores, ixtle, alambre, hojas de papel, brillos, tijeras, y esa pasión que durante 45 años, la han caracterizado al momento de hacer su artesanía.

Esos materiales son indispensables para que Doña Tina, como es conocida en Navolato, deje salir su creatividad, y explote ese amor con el que impregna cada una de sus creaciones.

Y es que no es sencilla la elaboración de estas flores de papel. Son tan minuciosamente hechas, que parecería estar ante una de las creaciones de la madre naturaleza.

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A sus 88 años, ella sigue honrando a los muertos. A penas pasa el segundo trimestre del año, cuando apurada busca sus materiales, para estar preparada con las coronas que pondrá a la venta, para que las personas lleven como ofrenda a sus familiares.

“En cuanto pasa junio, me pongo a hacer las flores para las coronas. A penas si me alcanza el tiempo para hacerlas todas, y que la gente pase a comprarlas.

Ya tengo mis clientes de cada año que van al panteón a honrar a sus familiares”, dice orgullosa de tener clientes asiduos.

Hacer estas flores y armar las coronas, es un homenaje que Tina realiza para sus muertos. Fue su mamá, la señora Ramona Medina, quién dedicó su tiempo para enseñarle el arte de hacer sus flores.

“Fue mi mamá quien me enseñó a hacer las flores, y con el paso del tiempo me salen mejor. Imagínese, años dedicada a esto y es algo que yo le he enseñado a mis hijas y ellas a sus hijas”.

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Esta, ya se ha convertido en una tradición familiar, que va siendo entregada de generación en generación. Actualmente, una de las bisnietas de Tina a sus 14 años, ayuda a su familia con el proceso de este trabajo.

Para Tina, hacer flores de papel durante estos años ha sido mucho más que ocupar su tiempo. Con la elaboración y venta de sus coronas logró dar estudio a sus 10 hijos, quienes el día de hoy, son hombres y mujeres de beneficio para la sociedad.

“Con lo que ganaba haciendo coronas ayudaba para darle estudio y mantener a mis hijos. Todos salieron adelante. Tuve enfermeras, reposteras, secretarias, un doctor, y así todos tuvieron su oportunidad”, dice con un tono de voz lleno de satisfacción.

Con esa sonrisa llena de serenidad que brindan los años, Doña Tina, asegura que este es un negocio muy noble. Sobre todo, porque es para recordar a sus muertos.

“Dicen que las flores atraen las almas de los muertos, porque, aunque la persona ya no existe físicamente quedan las palabras, los recuerdos y permanecen en los pensamientos de los que quedamos vivos”, dice con la sabiduría que los años le han dejado.

Así, es como Ernestina dedicó su vida y su talento a honrar a los muertos para mantener vivos a sus 10 hijos. En un hogar de flores la vida fue el jardín para Doña Tina y sus 10 hijos.

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