Coágulos sanguíneos y vacuna AstraZeneca, ¿hay riesgo?

Identifica cinco factores de riesgo y evítalos para no caer en este cuadro médico

En los últimos días ha habido una preocupación sobre la aparición de coágulos sanguíneos, que provocan embolias y trombosis venosa, después de recibir la vacuna de AstraZeneca. Esto es lo que debes saber.

AstraZeneca afirma que no existen pruebas de que los episodios registrados estén asociados a la vacuna, y que el número de situaciones notificadas después de recibir la vacuna, no es mayor a la media regular.

La coagulación es un proceso corporal que ayuda a prevenir la pérdida excesiva de sangre tanto dentro como fuera del cuerpo cuando se daña la piel, los órganos internos o los vasos sanguíneos.

Aunque sea un proceso normal y esencial, si un coágulo se desprende de donde se formó, pone en riesgo la salud de la persona, sobretodo si se aloja en un órgano o en una arteria demasiado estrecha, conocido como émbolo.

Cuando se presenta un émbolo en el cuerpo, es porque un coágulo bloqueó el flujo sanguíneo arterial, esencial para los órganos vitales, que puede derivar a una embolia pulmonar; un accidente cerebrovascular isquémico, un ataque cardíaco; una trombosis venosa o “trombo”, en el caso de bloquear las venas.

Factores que aumentan la probabilidad de desarrollar un coágulo de sangre

Entonces, ¿a qué se debe que se presenten coágulos? A continuación te compartimos los factores de riesgo, según la revista Muy Interesante:

Obesidad

Una persona con obesidad tiene el doble de probabilidad de desarrollar un trombo (coágulo de sangre en la pierna) en comparación con una persona de peso normal.

La obesidad provoca una inflamación crónica y una reducción de la fibrinólisis (capacidad de descomponer los coágulos). La inflamación se da por tener menos óxido nítrico en el cuerpo.

El óxido nítrico es una molécula que protege al revestimiento de los vasos sanguíneos y evita que las células se adhieran a la superficie endotelial.

Tabaco

Los fumadores tienen el triple de probabilidad de formar coágulos. El tabaquismo reduce la cantidad de óxido nítrico en el cuerpo y favorece que la sangre se pegue para formar coágulos.

Las sustancias químicas de los cigarrillos provocan que las plaquetas de la sangre se peguen, lo que provoca que la sangre sea más espesa y dificulta el bombeo del corazón por el cuerpo.

Viajes en avión y sedentarismo

Viajar largas distancias en avión o no moverse durante un largo periodo después de una intervención quirúrgica puede aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos en forma de trombosis venosa profunda (TVP).

El promedio de este tipo de trombosis es de una por cada mil, pero se multiplica por tres en vuelos de más de tres horas.

Como la sangre no fluye tanto, las células y proteínas de la sangre se asientan y forman grumos. Cuando la persona vuelve a moverse, estos coágulos pueden desplazarse por el cuerpo y bloquear un vaso sanguíneo si no se deshacen.

Traumatismo y cáncer

Hasta una de cada cuatro personas que han sufrido un traumatismo importante, que provoca daños en los vasos sanguíneos –por ejemplo, si se han roto huesos grandes– desarrollan coágulos. En estos casos, la formación de coágulos está relacionada tanto con las lesiones de los propios vasos sanguíneos como con el reposo en la cama, a menudo prolongado, asociado al tratamiento y la recuperación.

Las personas con cáncer tienen entre cinco y siete veces más probabilidades de desarrollar coágulos. Esto se debe a que algunos cánceres producen cantidades crecientes de factores de coagulación. El cáncer también daña los tejidos sanos, lo que hace que se hinchen y coagulen.

Píldora anticonceptiva

Las mujeres que toman la píldora anticonceptiva oral combinada, que contiene estrógenos y progesterona, tienen un ligero aumento de riesgo de sufrir coágulos.

Y te preguntarás, ¿qué tiene que ver con el Covid-19? Este virus ataca a las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos, lo que provoca un aumento de los coágulos en todo el cuerpo.

Aunque muchos factores pueden aumentar el riesgo de que una persona sufra coágulos sanguíneos, todavía no hay pruebas que sugieran una relación directa entre estos y la vacuna de AstraZeneca.

Artículo original en The Conversation citado por Muy Interesante.