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20 síntomas de salud que no debes ignorar

El cuerpo humano es una ‘máquina perfecta’ y cuando alguno de sus órganos presenta una falla, manda una señal de alerta. ¿Vas al médico o decides ignorarla?

19 septiembre, 2019
20 síntomas de salud que no debes ignorar
20 síntomas de salud que no debes ignorar

Falta de apetito, dolor de cabeza, canas prematuras, ronquera, y más señales.

Dolor de cabeza constante, hinchazón de pies y malestar estomacal, son síntomas de salud que no debes pasar por desapercibido. No se trata de convertirse en hipocondriaco y colapsar en urgencias. A continuación te compartimos algunas situaciones de alerta, según la revista Muy Interesante.

El cuerpo humano es una ‘máquina perfecta’ y cuando alguno de sus órganos presenta una falla, manda una señal de alerta. Por lo que, si se presentan de forma recurrente, ignorarlas no es recomendable.

Dolor de espalda

Comúnmente se debe a esfuerzos o a una mala postura, pero puede indicar la existencia de una hernia discal. El dolor que produce en el cuello irradia hacia el hombro y el brazo. Es muy típica la sensación de hormigueo y entumecimiento en este último y en la mano.

Prurito

El picor es un mecanismo de defensa que hace que el paciente se rasque o se frote para aliviarlo, y eliminar parásitos dañinos u otros cuerpos extraños presentes en la piel.

Prurito crónico

Si la comezón es constante, estamos ante el aviso de una enfermedad; dermatitis, alergias, urticaria e infecciones cutáneas provocan muchas veces picor. No obstante, puede manifestarse algún trastorno metabólico como diabetes y problemas de tiroides; dolencias hepáticas como la cirrosis, la anemia y otros males de la sangre.

Disfunción eréctil

Este síntoma puede ser ocasionado por factores psicológicos, el miedo al fracaso sexual; por el consumo de tabaco y alcohol, o ser una señal de un trastorno cardiovascular, desajustes hormonales o lesiones neurológicas.

Uñas blanquecinas

Las alteraciones en su coloración indican algún problema dermatológico, y también enfermedades sistémicas como infecciones por hongos, intoxicaciones o secuelas por el consumo de determinados fármacos.

Canas prematuras

Los jóvenes cuya melena empiece a teñirse de canas antes de los 40 años deben estar alerta porque puede ser un síntoma de anemia o de alteraciones en la glándula tiroides.

Tos persistente

El cuerpo recurre a un reflejo involuntario muy eficaz, toser, para mantener despejadas las vías respiratorias. No obstante, la constancia puede provocar dolores de cabeza, náuseas o incontinencia urinaria. Además, puede ser síntoma de una anomalía respiratoria: alergias, bronquitis aguda o crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma bronquial, tuberculosis, entre otras dolencias.

Dolor de cabeza

Este síntoma puede ser un indicio de vista cansada, y una de las señales de afecciones tan comunes como la gripe, el resfriado y la alergia. También puede aparecer por falta de sueño o por el consumo excesivo de alcohol u otras sustancias tóxicas. A su vez, puede indicar la existencia de meningitis, encefalitis, dificultades circulatorias y tumores cerebrales.

Cansancio

Detrás de un cansancio prolongado pueden esconderse trastornos como anemia, apnea del sueño, enfermedades cardiovasculares, cáncer o síndrome de fatiga crónica.

Dolor de mandíbula

Este síntoma puede ser consecuencia de una osteomielitis, una infección que viaja a través del torrente sanguíneo y afecta a los huesos y tejidos circundantes, en este caso, la mandíbula. También puede aparecer entre los síntomas de la angina de pecho.

Dificultad para tragar

No poder ingerir alimentos o presentar un dolor en la parte posterior de la boca, puede ser señal de cáncer de esófago, estómago o faringe.

Diarrea y estreñimiento

Si la diarrea persiste por más de tres días y el paciente no nota ningún avance, debe acudir al médico, pues puede deberse a una intoxicación o intolerancia a determinados alimentos.

Ronquera

Esto puede deberse a un resfriado, si la persona sufre de reflujo gastroesofágico, por una alergia o alguna inhalación de sustancia irritante como el tabaco. Sin embargo, si no termina de curarse puede ser sospecha de un mal funcionamiento de la tiroides.

Extremidades hinchadas

Este síntoma puede presentarse por retener líquidos o por usar ropa demasiado ajustada. Sin embargo, cuando persiste viene acompañado de problemas respiratorios, lo que significaría una insuficiencia cardiaca congestiva.

Resfriado

Si una persona se la vive con un pañuelo en mano, conviene acudir al médico para saber si responde ante un bajón en las defensas o a la existencia de alguna enfermedad respiratoria grave.

Olvidar cosas (memoria)

La pérdida de memoria vinculada a acontecimientos recientes no tiene por qué generar sospechas de alzhéimer. Para que sea posible, la persona debe presentar cambios en la personalidad o en las relaciones sociales, desorientación espacio-temporal y problemas para reconocer a los familiares.

Pliegue en el lóbulo de la oreja

La presencia de un pliegue diagonal en el lóbulo de la oreja está directamente relacionada con el padecimiento de infarto e ictus.

Pérdida de olfato

La dificultad para percibir olores podría estar relacionada con el párkinson, puesto que durante la primera fase de la enfermedad se ve afectado el bulbo olfativo, por lo que la identificación de olores se altera.

Encías sangrantes

La gingivitis, inflamación y sangrado en las encías, se produce por las bacterias presentes en los restos alimenticios atrapados entre los dientes. Y si no se trata, la infección se propaga desde las encías hasta los ligamentos y el hueso.

Periodontitis

Mejor conocida como caída de los dientes en los adultos, y es sinónimo de un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Digestión pesada

Cuando se tiene dolor de estómago, y después de haber tomado medicamentos, el síntoma persiste por más de una semana, puede deberse a una úlcera péptica, gastritis o cáncer de estómago.

Falta de apetito - Anorexia

En el caso de la anorexia nerviosa, la relación de los enfermos con la comida está completamente alterada y para que vuelva a la normalidad requiere de un tratamiento prolongado. Otras veces esa desgana puede responder a causas orgánicas como problemas cardiacos, gastrointestinales –intoxicaciones, intolerancias alimentarias, colon irritable–, pancreatitis, enfermedades de las glándulas tiroides, paratiroides y suprarrenales, hepatitis, alteraciones biliares y males neurológicos –demencias–.

Si los dolores persisten, no olvides visitar al médico.


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