Al margen del impacto que tenga en la Industria del turismo, viajar y conocer favorece la conducta humana

En alguna ocasión leí artículo en una revista que trataba sobre la etnia Seri, estando de visita en Sonora, recorrí algunos pueblos, y es maravilloso conocer su cultura e historia. Como todo nuestro México, cada rincón guarda secretos mágicos donde nos reflejamos y aprendemos de nuestro pasado en el presente, más allá del impacto que esto tenga en la industria el turismo.

La interacción es una herramienta llena de posibilidades que permite involucrar las partes y su resultado es lo que conocemos como la experiencia turística.

Para la psicología social del turismo, este proceso se centra en el análisis de los factores que influyen, que desde tres perspectivas diferentes como son: la conducta humana, la interacción y la industria lo definen como la sub área que estudia el comportamiento humano en relación con su actividad en el tiempo libre y la manera en que dicha actividad condiciona la gestión de las organizaciones turísticas.

Las interacciones se dan con lo material y lo inmaterial en relación a la conducta humana, ya que como seres individuales, tenemos diversas necesidades que satisfacer y lo que hagamos en su búsqueda será tan diverso como lo somos nosotros. Sin embargo olvidamos la base de este proceso, y de repente reconocemos lo nuestro cuando es una persona ajena quien lo presenta y lo consumimos cuando es transformado.

Algunos individuos en sociedad desarrollan su propia conducta acompañada de ideologías específicas e interactúan como resultado de esta, y en ocasiones son consecuencia de que el hombre no se muestre como es, al abstenerse por lineamientos sociales.

Sin embargo, durante los viajes y en turismo, el individuo se regala la oportunidad de jugar diferentes roles que le permiten explorar su potencial y durante la búsqueda de la satisfacción de estos se produce la bella y noble labor de la industria sin chimenea.

Por otra parte, el turismo como actividad económica genera ingresos de manera multiplicada a la población anfitriona, es decir directa e indirectamente, este hecho asegura la participación de la industria en el ingreso nacional.

Ahora bien, desde la parte sensible la invitación obedece a que conservemos nuestra mezcla de cultura, tradiciones, costumbres, música y danzas como lo realizan nuestras culturas y destinos multiculturales, respetando espacios, logrando que el fenómeno de la interacción no invada el entorno de la comunidad que se visita y que el resultado sea enriquecer la conducta humana del visitante.

Doctora en Desarrollo Humano - Coach de Vida