La buena comunicación es la clave del éxito

Si un empleado no cumple con las metas establecidas, es común que consideres el despido como la medida rápida. Sin embargo, no hay que ser tan radicales desde un principio, existen otras alternativas para conservar los trabajos y fortalecer otras áreas de la compañía.

Antes de despedir a un trabajador, es importante analizar si las habilidades de la persona pueden funcionar de mejor manera en otra área. Es decir, redireccionar esfuerzos para incrementar la productividad.

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No solo se trata del cambio después de la retroalimentación con el líder, sino de conseguir que el colaborador se sienta feliz, satisfecho y comprometido con los valores de la compañía.

En tiempos de crisis, sacar de la jugada a un colaborador no es la mejor opción. Por lo que conseguir que logre sus metas se puede hacer de la siguiente manera:

• Comunicación: Establecer canales abiertos y formales.
• Empatía: Los líderes deben proyectar un entendimiento sobre las necesidades personales de los colaboradores.
• Metas claras: Desde un principio, los objetivos y caminos para lograrlo deben ser claros tanto para el líder como el colaborador.
• Retroalimentación: Celebrar el buen trabajo y establecer consecuencias si no se logran los resultados con una buena comunicación.
• Capacitación: Desaprender para aprender conductas, comportamientos, metodologías nuevas.
• Periodos de prueba: El tiempo sirve para aprender y establecer los lineamientos y objetivos de una posición. Si existe un cambio de meta, es importante avisar al área de Recursos Humanos.

Cada persona tiene buenas ideas por aportar. Como líder es importante que identifiques los talentos de tu equipo para que los redirecciones de forma correcta.

Con información de Expansión