La construcción de paz se hace con el fundamento del amor aplicado primero en los hogares, dice Juan de Dios Quintero en la Semana de la Paz 2019

Juan De Dios Quintero es experto en prevención de la conducta antisocial y es asistente en tratamiento a convictos en las cárceles de Sinaloa. Confirma que los presos terminan aceptando que sus descuidos en educación secundaria los llevaron a tomar decisiones equivocadas que hoy los tienen como delincuentes en la cárcel pagando una condena.

Yoni Quintero, como lo conocen en Los Mochis, lleva muchos años visitando las cárceles acompañando a los presos en el tema del perdón y la reconciliación con sus familiares y con la sociedad, abriéndoles los ojos a una nueva realidad diferente a la vida que los llevó a ser delincuentes.

Ante un público receptivo compuesto por representantes de organismos de la sociedad civil y estudiantes, invitado como conferencista a la Semana de la Paz 2019, dijo que es en la edad de secundaria cuando el niño muestra más rebeldía y contrariamente a lo esperado, es cuando los padres más los descuidan y a veces hasta los abandonan en su necedad.

Comentó que al platicar con los presos confiesan que no terminaron la secundaria o se quedaron en esa etapa educativa, y de ahí empezaron con vicios o delitos derivado de las malas compañías. Afirmó que hoy el sicariato se vale de personas con pobreza escolar para operar la red de delincuencia, por eso los padres y las instituciones deben apostarle a la educación.

Juan de Dios Quintero Gastélum fue invitado por el organismo Construyendo Espacios para la Paz, en su participación señaló que hay instituciones y familias que tienen reglas, pero no las obedecen ellos mismos. Declaró que la construcción de paz debe empezar con que cada quien haga lo correcto, en consolidar los hogares con un verdadero enfoque de amor y de respeto al prójimo.

Explicó que lo que hace único al ser humano sobre otras especies es la inteligencia, que se debe aplicar para aprender, transformar, razonar, crear, y triunfar. Pero para ello se requiere que la persona ejerza su voluntad para actuar y comprometerse a hacer lo correcto. Precisó que otra distinción del ser humano es la conciencia, la que ejerce con libertad entre el bien y el mal.

Respecto de este punto dijo que no hay gente burra, sino gente que todavía no ha aprendido a hacer las cosas. Comentó que vivimos en una sociedad que apela constantemente a la justificación para no hacer las cosas bien, de manera que las justificaciones hacen hogares infuncionales y sociedades poco comprometidas.

Dijo que hoy más que nunca los hombres tenemos la responsabilidad de ponernos de pie en medio de una sociedad que nos necesita, dejar de ir perdiendo la estadística de matrimonios rotos y frenar la carrera de sólo ir perdiendo como sociedad.

Dijo que para la construcción de paz es importante preguntarse y definir desde temprana edad cuál es el proyecto de vida de cada quien. Y que ese proyecto implique salir de la comodidad para afrontar el precio o sufrimiento que se tenga que aportar para tener una mejor sociedad.

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