¿Por qué las personas que son heridas en las familias cometen delitos?
Las situaciones complejas de las familias, como la violencia doméstica, incluidos los divorcios, son detonantes para generar potenciales delincuentes: Sánchez Arquieta
Para Martin Hugo Sánchez Arquieta, especialista en acompañamiento matrimonial, las personas que cometen delitos salieron de una familia. Al analizar los detonantes se observa que somos heridos por personas heridas. Pudo haber situaciones complejas en sus familias y ahora ellos son los agresores.
Sánchez Arquieta forma parte del organismo “Lazos Protectores de la Familia AC”, fue invitado como conferencista con el tema “Construyendo Paz en la familia” refirió que a un niño o niña le afecta directamente la violencia en su estado emocional, en sus ojos, en su rostro en su alimentación.
Precisó que se trata de una situación de realidad de vida que se da en todas las sociedades, pero con énfasis en algunos sectores. 
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Invitado al Informe de Paz por el organismo Construyendo Espacios para la Paz, el especialista en apoyo para la prevención del Maltrato Infantil, mencionó de que de acuerdo a las malas experiencias de conflictos familiares, los menores crecen con traumas y violencia. “Si nosotros no hacemos nada en nuestras casas, se generarán más entes violentadores”.
Al definir las causas de muchos de los problemas de violencia familiar y generación de nuevos violentadores, Martín Hugo Sánchez habló de la “Alienación parental”.
La definió como un conjunto de síntomas que se producen en los hijos cuando un progenitor transforma la conciencia de los niños con el objeto de impedir o destruir sus vínculos con el otro progenitor. 
Comentó que en las relaciones de familia se da la alienación parental cuando empieza a haber problemas como el divorcio o desacuerdos totales y un padre llama a no amar a su mamá o papá. Luego se involucra la familia y pueden tensar más la mala influencia. 
Explicó que en términos de aplicación de justicia, cuando un niño no tiene a nadie como protector, y sí a quien le niegue tener afecto con otro progenitor, se denuncia por manipulación parental (que sí es delito).
Y en la práctica ya existe maltrato cuando usan al niño o niña para mediar por temas económicos o de provisión.
“Si se usa como mensajero el niño va perdiendo la esperanza de reconciliación de que los padres se lleven bien”.
Refirió que otro nivel es de los alienadores activos se da entre las parejas que tuvieron separaciones muy traumáticas, que traen mucho dolor.
“Cuando te divorcias pierdes el estado de la capsula de la familia, amigos, familia y hasta el trabajo. Los padres hacen comentarios para negar información a la pareja de ciertos beneficios que no quiere compartir”.
Citó que un tercer caso son los alienadores obsesivos, considerado entre los peores casos de maltrato donde se unen los familiares para generar una cadena de situaciones para destrucción del vínculo.
Dijo que en situaciones así, el niño o la niña empiezan a entrar en una situación de incertidumbre x que no solo son los padres, sino los abuelos u otros miembros que quieren causar dolor al padre o a la madre, pero afecta directo al niño, porque se le enseña a odiar, o decir cosas perjudiciales para el desarrollo del niño. Los niños empiezan a tener miedo de sus padres.
Síntomas de niño alienado
Durante la exposición expuso los siguientes puntos que definen las características de un niño alienado o manipulado, que deben evitarse para no generar daño en los hijos.
- Odio implacable hacia el otro progenitor
- Miedo. Puede decir el niño que tiene miedo del otro padre, pero no sabe explicar las razones.
- Declaraciones. Repite al pie de la letra las palabras o comentarios que le hace el padre alienador y hace declaraciones en contra del otro padre.
- Negación. No quiere visitar o pasar tiempo con mamá o papá.
- Creencias. Muchas de las creencias del niño están dadas por el padre con quien vive.
- Retador. El niño no se siente intimidado por lo que él juez le diga. No por el proceso legal que está viviendo.
- Mentira. El niño empieza a mentir. Asegura cosas que no han pasado, reflejan lo que él padre alienador le indica que diga.
- Confusión. Dificultad para diferenciar entre cuál es su propio sentir y cuál el de su padre alienador.
- Dicotomía. No es ambivalente en sus sentimientos, solo siente odio o miedo hacia la otra persona, sin capacidad de ver lo bueno en el otro padre.
- Insensibilidad. No se siente culpable por la forma en que se competa con el padre objetivo lo empuja y desprecia sin sentir pena alguna.
- Obsesión. El odio obsesivo del niño suele extenderse a la familia hasta a los abuelos, tíos etc. del padre o madre.
12 Reactivo. Rechazo a todo lo que tiene que ver con la otra familia. Puede parecer un niño normal como cualquier otro y saludable, hasta que se le pregunta por su padre y expresa entonces sentimientos de rechazo.
Ejemplos de comportamiento alienante.
1 Dar opciones para distanciar al niño, en vez de facilitar el encuentro en cita con los Padres.
2 Decirle al niño todo acerca de la relación matrimonial. “Es nefasto, el niño o la niña no pueden ser parte de esto”.
3 Resistirse a cooperar con el otro padre. El padre que está alineando nunca va a facilitar buenas relaciones.
4 Culpar al otro padre. Por culpa de él o ella estamos pasando esto. El niño o la niña empiezan a sentirse parte de esa culpa y empieza a alimentarse ese candado de odio.
5 Negarse a ser flexible con el horario de visitas.
6 Tener secretos, códigos o palabras con significados especiales con el niño.
7 Utilizar al niño para espiar.
8 Insistir en rescatar al niño del padre o madre.
El abuso o negligencia parental es algo que sí está pasando en nuestra sociedad y está siendo ocasión para la generación de delitos que se expresan en abuso físico, sexual, emocional, negligencia, abandono o el maltrato por parte de un padre agresivo, con problemas mentales. Ante estas experiencias los hijos siempre presentarán síntomas de estrés postraumático.
Los niños afectados por la alienación parental
El especialista explicó que por lo regular los padres alienantes son personas que conocen bien al menor, donde el padre o madre que abusa del menor, y cuando eso está sucediendo es hasta hacendoso con el hijo tratando de ayudar al menor para que públicamente se note que lo quiere.
En el caso de los hijos abusados, dirán lo que realmente está pasando con el abuso solo si no están los padres. Porque los padres alienantes tratan de ser sobreprotectores. Un progenitor alienante no es consciente del daño que causa a los hijos.
Martin Hugo Sánchez Arquieta consideró que “una persona que está abusando viene de haber sido abusado. Quien ejerce violencia viene de una historia de violencia. Réplica el patrón”.
