El florecimiento de los bioplásticos en México

Malla quirúrgica, desechos orgánicos y agave forman parte del catálogo de bioplásticos mexicanos.

Pensar que la contaminación ha llegado al grado que resulta equivalente a echar un camión de basura de plástico en el océano por minuto, parece una locura. Pero, al constatar que el 32 % de las 78 millones de toneladas de envases de plástico terminan en el océano, deja de serlo. De ahí que la producción de bioplásticos en México y en el mundo, se ha convertido en la solución.

En el estudio The New Plastics Economy: Rethinking the future of plastics, el Foro Económico Mundial, la Fundación Ellen MacArthur y McKinsey and Company se corrobora la cifra anteriormente mencionada e indica que si no se cambia dicho ritmo, “se espera que aumente a dos por minuto en 2030 y a cuatro en 2050”.

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Para el año 2050, esto podría significar que habrá más plástico que peces en los océanos del mundo. Actualmente, solo el 14 % de los envases de plásticos del mundo se recoge para su reciclaje y solo el 2 % se reutiliza como envase.

Aunque el panorama pareciera ser bastante pesimista, los bioplásticos pueden cambiarlo ya que, en los próximos cinco años, se espera que su uso aumente un 20 % a escala mundial, según la Asociación de la Industria Plástica de Estados Unidos (PLASTICS).

Asimismo, la economía circular se ha convertido en un ‘amigo’ para los bioplásticos en cuanto a su uso y viabilidad. De acuerdo con la Fundación Ellen MacArthur, ésta es una alternativa al modelo de lineal tradicional, al mantener por más tiempo los productos, componentes y materiales en su eficacia y valor.

En México, el interés por los bioplásticos cada vez es mayor, tanto para empresarios como en el ámbito académico. Aquí, algunos ejemplos.

Bioplásticos de agave

BioSolutions es una compañía mexicana que desde el año 2013 desarrollan materiales bioplásticos a partir de celulosa o biomasa, no proveniente de fuentes alimenticias, siendo la primera de su tipo en desarrollar, producir y comercializar un bioplástico a partir de subproductos agroindustriales en México.

Los productos de esta empresa son comercializados con la marca PolyAgave, y por cada tonelada de este producto, se re-usa y aprovechan 3 mil kilogramos de subproductos agrícolas (agave), lo que reduce hasta un 30 % el consumo de petropolímeros, 150 litros de petróleo y evita la emisión de 450 kgs de CO2 al ambiente, según Ana Laborde, CEO y fundadora de la empresa.

La tecnología de BioSolutions permite trabajar con cualquier subproducto agroindustrial rico en celulosa; brindándole la oportunidad de poder incursionar con nuevos proyectos para el uso de fibras naturales en la industria automotriz.

Bioplásticos con desechos orgánicos

Cinco egresadas del Tecnológico de Monterrey campus Puebla, crearon la compañía Ecoplaso, donde producen bioplásticos a partir de desechos orgánicos en dos presentaciones: láminas y pellets. Además de encontrarse en proceso de investigación y desarrollo para producir filamentos para impresión 3D.

Esta compañía cuenta con una planta piloto con capacidad de procesamiento de 300 a 400 kilos cada dos días, sin enfocarse en un solo tipo de materia prima, puesto que pueden trabajar con hojas, raíces, semillas, gabazos y cáscara.

Malla Quirúrgica con biopolímeros

Los proyectos de bioplásticos en México están siendo apoyados por la Academia Mexicana y diversos incentivos gubernamentales, siendo uno de ellos una malla quirúrgica para el tratamiento de hernias abdominales a base de una impresión 3D y un biopolímero con propiedades bactericidas y antiinflamatorias.

Entre tanto, la prueba más importante del crecimiento de los bioplásticos en México pudiera ser la Norma Mexicana NMX-E-267-CNCP-2016, que establece dos métodos de prueba para determinar el contenido biobasado en resinas y productos plásticos.

¿Alguna vez has comprado bioplásticos en México?

Gracias a Larissa Sepulveda por compartirnos esta información