Oceanix, la primera ciudad flotante y sustentable en el mundo
Además de ser autosuficiente, esta ciudad incentiva los edificios de uso mixto, el uso de la tecnología de destilación de vapor de agua para su recolección natural, y más detalles...
Cada zona tendrá construcciones de usos mixtos y estarán equipados con tecnología sustentable.
Durante la Asamblea de ONU-Hábitat se presentó el prototipo de la primera ciudad flotante y sustentable del mundo denominado Oceanix.
Oceanix es una propuesta innovadora para optimizar la urbanización de las zonas costeras desarrollado por el despacho Bjarke Ingels Group y la organización bajo el mismo nombre, que diseña hábitats marinos con la idea de proveer al ser humano un futuro más resiliente.
Esta ciudad podría soportar huracanes de categoría 5, y está ideada como un ecosistema elaborado por el hombre, que genera su propia energía, agua y comida, y recicla sus desperdicios para crear una metrópolis marítima modular.
Además tendrá una capacidad de 10 mil residentes a lo largo de 75 hectáreas de superficie, según el sitio web de Oceanix.
El diseño es similar a una colección de plataformas hexagonales divididas en seis villas de 12 hectáreas cada una; subdivididas en barrios modulares de dos hectáreas capaces de albergar a 300 residentes.
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Cada zona contará con construcciones de usos mixtos, a fin de que un mismo edificio pueda funcionar para vivir y trabajar. Y tendrán una altura máxima de siete pisos para crear un centro de gravedad resistente a los vientos.
Como parte de la iniciativa de una ciudad sustentable, las comunidades podrán utilizar materiales locales de rápido crecimiento para la construcción de edificios, como el bambú, que es seis veces más resistente a la tracción que el acero, además de dejar una huella de carbono negativa.
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A su vez estarán equipadas con tecnologías sustentables para abastecerse de energía, como paneles solares, turbinas de viento, bio-reactores de algas, convertidor de energía de las olas y un almacenamiento de energía de aire comprimido.
Para dotar a la urbe con agua potable, Oceanix propone el uso de la tecnología de destilación de vapor de agua, generadores de agua atmosférica, plantas de tratamiento y un sistema de recolección de agua pluvial; todos conectados a un sistema de reutilización de agua de circuito cerrado que evita el desperdicio del líquido.
En cuestiones de movilidad, no habrá autos, pero la infraestructura de la ciudad estará diseñada para fomentar el uso de mini vehículos eléctricos compartidos y bicicletas para moverse dentro de las villas. Para el desplazamiento de una isla a otra, se utilizarán botes de pedales, veleros, taxis acuáticos y motocicletas acuáticas.
En ese sentido, las Naciones Unidas (ONU) declaró que la ciudades flotantes pueden ayudar a proteger a las personas del aumento del nivel del mar, provocado por el cambio climático, mientras abordan la falta de vivienda asequible en ciudades.
