La copa del árbol está diseñada para amortiguar las lluvias, y proteger el suelo superficial.

Aunque parezca que las lluvias afectan en gran medida a los árboles, a tal grado de tumbarlos, déjanos contarte un poco sobre la relación que tienen éstos con las precipitaciones.

Los investigadores del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo en Rusia, sostienen que son los árboles los que originan las precipitaciones debido a las tasas de evaporación generadas en las regiones boscosas, las cuales pueden ser más elevadas que las de los océanos.

Por lo anterior, la lluvia no es la que garantiza el crecimiento de los bosques sino que son éstos los que provocan que los vientos atraigan las precipitaciones, según los investigadores. Estas afirmaciones aún no son aceptadas por la comunidad científica, sin embargo siguen en el análisis de información para verificar su hipótesis.

Entonces, ¿cuál es el beneficio que tienen las casas con árboles durante las lluvias?.

Es importante que sepas que los árboles modifican el medioambiente al moderar el clima, mejorando la calidad del aire, reduciendo el escurrimiento de las agua pluviales y dar cabida a un hábitat silvestre.

La organización Trees are Good detalla que los árboles protegen la climatología local del sol, la lluvia y el viento extremos. Puesto que la energía procedente del sol es absorbida o bloqueada por las hojas de los árboles de hoja caduca durante el verano, y solamente se filtra por las ramas en invierno.

El árbol amortigua la lluvia

Trees are Good señala que cuanto mayor sea la altura de un árbol, mayor será su efecto de enfriamiento.

Además los árboles inciden en la velocidad y la dirección del viento, por lo que entre más frondoso sea un árbol o un grupo de árboles, mayor será su resistencia al viento.

Es decir que la lluvia, el aguanieve y el granizo son absorbidos o amortiguados por los árboles, proporcionando protección a las personas, vehículos y edificios.

Lo anterior se debe a la flexibilidad de la copa del árbol, la cual está diseñada para atrapar la lluvia, causando que ésta se deslice a través de las hojas, ramas y el tronco hasta llegar al suelo. Y al amortiguarse el impacto de la lluvia en el árbol, se abate la erosión y se protege el suelo superficial.

Imagen: Christian López.