Promueven las prácticas de bioseguridad que deben tenerse con el manejo de las personas fallecidas

Promueven las prácticas de bioseguridad que deben tenerse con el manejo de las personas fallecidas

La secretaría de Salud presentó el mapa actualizado de Covid-19 informando que ya va México con 10,544 casos de coronavirus, de los cuales 3,618 son activos de los últimos 14 días, y lamentablemente hay 970 fallecidos.

Durante la conferencia vespertina, el Dr. Hugo López-Gatell Ramírez, Subsecretario de Salud, informó que los estados con mayor incidencia de casos activos en tasa por cada 100 mil habitantes son: Ciudad de México, Tabasco, Baja California, Sinaloa y Quintana Roo, Baja California Sur, Estado de México, Yucatán y Chiapas.

En cuanto a los fallecimientos, se explicó que los estados con más defunciones acumuladas del 18 de marzo al 22 de abril son: Ciudad de México, Baja California, Estado de México, Tabasco, Sinaloa, Puebla, Quintana Roo y Chihuahua.

López-Gatell Ramírez destacó que, estamos ante un fenómeno históricamente importante en un daño a la salud que no se había visto en el mundo entero en 100 años, ya que la última crisis de influenza ocurrió en 1918 y1919, que causó millones de muertos en el mundo.

Conferencia de prensa de la @SSalud_mx. Actualización del #COVID19 en México. Miércoles 22 de abril 2020. https://t.co/NIAOThkU9W

— Hugo López-Gatell Ramírez (@HLGatell) April 22, 2020

El funcionario destacó que se acelera de manera inusual la progresión rápida de enfermos, la cantidad de casos de personas enfermas, personas que necesitan hospitalización, las que llegan en estado crítico, y las que pueden fallecer.

8 de cada 10 personas intubadas pueden fallecer

Dijo que cuando se piensa en el evento más lamentable, que es la pérdida de la vida, refirió que los fallecimientos son proporcionales al número de casos.

Puntualizó que, específicamente en las personas críticamente enfermas, con insuficiencia respiratoria grave y con necesitadas de intubación, el porcentaje de personas que fallecen en esta condición puede llegar a un 70 u 80%, lo que significa que 8 de cada 10 personas intubadas pueden fallecer a pesar del tratamiento o apoyo médico.

Declaró que no hay que confiarse ni exponerse al contagio, porque no hay un tratamiento que inhibe al virus o repare los daños. Comentó que la mayor atención que se le da a los pacientes que llegan al hospital y son intubados, son medidas generales para conservar la funcionalidad del organismo para que se restaure solo.

Medidas de bioseguridad para trato de fallecidos.

Durante la conferencia se dijo que tanto la inhumación de los muertos, como la cremación son métodos confiables para el confinamiento, pero en cada región debe aplicarse la que sea más fácil o disponible.

Durante la conferencia se dijo que el fallecimiento del paciente es un evento extraordinario que puede llevar a situaciones en términos de angustia y percepción social dentro de las unidades hospitalarias. Se informó que en estas condiciones se debe mostrar respeto y compasión humana, durante el abordaje de los deudos.

Se recomienda para estos casos tener el apoyo de parte de trabajo social, del equipo de salud mental y donde existiese, también de los equipos de tanatología. Se explicó que se debe evitar la discriminación o estigma para el fallecido o familiares y amigos.

En cuanto a las medidas de bioseguridad, comentaron que éstas se enfocan en poder garantizar la prevención de nuevas infecciones, tanto para los familiares o deudos del fallecido, como para trabajadores de salud o cualquier persona que está en contacto en el manejo del cuerpo y la comunidad. Reiteraron que en cuanto se sea más estrictos en este manejo, menos probabilidades de contagio existirán.

Se recomendó evitar la saturación de los sistemas hospitalarios y los trámites de disposición del cuerpo al destino final.

Se explicó que las medidas estrictas que se tienen para el manejo de los fallecidos están basadas en recomendaciones de instituciones como la Organización Mundial de la Salud, para evitar el contagio a familiares, evitar contacto con el fallecido, el entorno, y las posibles salpicaduras que emiten los muertos durante el manejo del cuerpo.

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