"Los perros nacen para ser tu compañía, para darte amor, el perro te quiere a ti, no nace para quererse él”.

Aleyda es el ángel de los perros en Villa Juárez, así le dicen sus amigas cada vez que les promociona la adopción de un perro de calle. Aleyda Torres Verdugo lleva muchos años recogiendo perros sarnosos, lastimados, enfermos o en condición de calle. Ella ve vida donde otros, con menos escrúpulos, vieron basura.

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Afirma con preocupación que esa es la suerte de cientos de perros y gatos en Villa Juárez. Pues es una sindicatura sobrepoblada de humanos donde casi en todos los hogares hay perros y gatos; sumado a una población migrante de unas 20 mil personas que durante el regreso a sus tierras no pueden llevarse sus mascotas.

Andaba un día en el panteón, cuando vio que de un vehículo descendió una señora arrojando un cartón hacia las tumbas y de él salieron rodando unos gatitos. A pesar del reclamo que le hizo Aleyda, la persona huyó con prisa. Con indignación y lástima, se llevó a casa 5 gatitos recién nacidos, que no pudieron sobrevivir por intolerancia a la leche.

Del vecindario donde vive recogió de un cartón de basura otros 3 gatitos… Estrella, Mikaela y Fetuchín. Estos corrieron con más suerte, pues fueron adoptados en Culiacán.

Después, en una escuela recogió un gatito, y en otra ocasión, en un depósito de basura recogió otro. Estos son Azoes y Ángelo, que con ella ronronean en los sillones rebosados de afecto. No termina de contar cuántos gatos ha recogido.

Y la historia con perros no es diferente por todas partes ha recogido perros, los ha restaurado en salud y alimentación y los ha dado en adopción. También atiende a perros con dueño ofreciendo asistencia y orientación para que apliquen baños medicados y los cuidados más esenciales.

“Todas mis amigas tienen perros que yo les he dado, todas. Y gracias a Dios están en muy buenos hogares. Pero pues prácticamente ya no tengo más amigas a quien darle más perros, ya estoy saturada, y perros siguen surgiendo”.

“Es algo muy bonito, es algo hermoso, es un tema sin fin para mí porque me sale del alma, es algo con lo que se nace y me encantan los animales”, afirma con un dejo de consuelo.

De su experiencia con su perro “Loki”, sacó fortaleza y amplió sus convicciones. Lo considera el maestro de su vida. Fue un perro que adoptó para su hijo, pero luego de un accidente el perro quedó totalmente facturado de la columna con invalidez en sus extremidades posteriores.

A pesar de que los veterinarios le advirtieron lo imposible para recuperarlo y le recomendaron la eutanasia. No cesó de tenerlo. En el último tiempo recibió una silla de ruedas del organismo Car Can México, para que se desplazara solo. Su perro inválido fue la mascota con pañal por 8 años, y le enseñó el agradecimiento por la vida.

Aleyda define al perro como: “un animal que te brinda un amor incondicional, un animal que está contigo siempre, que te da amor, que te transmite una energía positiva hermosa. En mi caso me han ayudado muchísimo. De hecho, yo lo he hablado con mi especialista y creo que el amor es el motor del mundo. Y los perros son puro amor”.

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En ese caminar rescatando animales, celebra que en Villa Juárez se hayan creado organismos para atender mascotas, que cada mes desarrollan campañas de castración de perros y gatos, y atención a animales con enfermedades crónicas, y el surgimiento de rescatistas independientes que hacen un trabajo ejemplar.

Entre los rescatistas independientes Aleyda desborda su admiración por Irma Urías Zazueta, quien, a pesar de no tener solvencia, con su propio esfuerzo familiar compró un terreno en la colonia Triqui y creó el primer “Refugio para perros” en Villa Juárez.

Cofi, Grachi, Gabino, Poli, Ruper, Aria, Tali, Keli, Cori, Lobita, Fox, Vela, Lía, Leo, Coco, y la más chica, la Nikita, no son personajes de cine. Son algunos de los nombres de los 23 perros que ahora viven en el refugio de Irma, y que se van renovando con la salida y llegada de nuevos huéspedes para adopción.

Irma Urías junta su ganancia en la costura, con la pensión de su esposo, y el vale despensa de su hija, para alimentar a estos perros, que un día estuvieron en los viles huesos, o sarnosos de apariencia. Es un ejemplo de sensibilidad.

Aleyda Torres Verdugo invita a la población a no maltratar y no abandonar a sus perros y gatos; a recurrir a la castración para mejor vida, y a no comprar mascotas, sino adoptar, porque tendrán animales más agradecidos. Invita a organismos y autoridades a crear un refugio digno para tanto animal en desamparo.

Con esta dedicación y amor, Aleyda es el ángel de los perros en Villa Juárez.

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Imagen y video: Chritian Z.López