Con programas de paz ha representado a Sinaloa en México y otros países.

Con el corazón de migrante entiende los problemas sociales y lucha por la formación de nuevos liderazgos para buscar soluciones en Villa Juárez.

Daniel González Bartolo sigue la ruta de la migración veracruzana. Sus padres llegaron a Villa Juárez como jornaleros agrícolas y nunca pensaron que en la humildad su hijo llegara a ser impulsor de nuevos liderazgos y convertirse en un agente de paz.

Villa Juárez ha traído gente de todos los rincones del país. El trabajo los une y ha formado la región más multicultural del medio rural en México. Así llegaron un día Cleotilde Bartolo Cruz, de Pánuco Veracruz, y Donaciano González Espinoza de Tezonapa, Veracruz. Aquí se conocieron, aquí se casaron y aquí procrearon 6 hijos, 3 hombres y 3 mujeres. Entre ellos Daniel González Bartolo.

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Como muchos jornaleros, su lugar de residencia fueron las “cuarterías”. Estudiando en la primaria Guadalupe Victoria, del Campo Victoria, ahí Daniel tuvo el primer encuentro con personal del organismo de asistencia social Save the Children, donde se involucró en un proyecto de salud e higiene, no sabía que eso marcaría su vida.

Luego en la Escuela Secundaria Técnica 97 de Villa Juárez, le alcanzó otro proyecto denominado: “Escuelas construyendo paz”, que también fue promovido por el mismo organismo internacional, donde a pesar de su timidez pronto se involucró.

“Siempre me interesé en esos temas y me gustó mucho, porque esos temas eran temas de juventudes, temas de cómputo, temas de participación juvenil y de cultura de paz. Me gustaba mucho participar con ellos”, dice con entusiasmo.

Y ese nivel de entusiasmo y compromiso que asumió desde la niñez, lo fue forjando en un líder de paz desde la infancia. Con la promoción de Save the Children representó a los niños de Villa Juárez en la Ciudad de México, representó a los jóvenes mexicanos también en Guatemala, y con el proyecto de la Red Paz MX estuvo también en Monterrey, en el “Segundo Encuentro Interestatal de Clubes con y para los Jóvenes”; y luego en el estado de Nuevo León contribuyó a sumar dos estados más a la red juvenil de le organismo internacional.

Hoy Daniel González Bartolo ya tiene 19 años, se define como: “un joven que tiene mucha capacidad de comprensión, me gusta mucho ayudar a las personas. Siempre me han interesado temas sociales, temas comunitarios que beneficien a la comunidad”, afirma convencido de lo que viene.

En ese corto devenir va lejos: “También he aprendido temas de incidencia en políticas públicas, también he trabajado temas de resolución de conflictos y participación juvenil. Y esos temas a mí me han ayudado demasiado porque me he desenvuelto muy bien, he tenido también mucho compromiso con Save the Children, porque yo actualmente sigo colaborando con la Red Paz MX, sigo siendo activo con propuestas”.

Afirma que en la manera de cómo el organismo internacional trabajó con niños de muy escasos recursos económicos generándole un gran impacto, así los programas sociales pueden impactar igual a otros niños.

Actualmente Daniel González Bartolo es presidente del Club Rotaract Villa Juárez, el brazo juvenil del Club Rotario, al que define como: un “grupo de amigos y que a través de esa amistad estamos trabajando en beneficio de la sociedad en temas de salud, de deportes, en temas comunitarios, en temas sociales, en temas de incidencia de políticas públicas”.

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Entre sus retos de juventud está el hacer alianzas con otras organizaciones como es la Red Paz MX, empresas, empresarios, agricultores, con otras ONGs, e impactar en que los jóvenes de Villa Juárez trabajen “crear de nuestra sociedad, de nuestra comunidad un lugar para vivir con paz, con armonía, con espacios dignos de recreación para los niños. También en condiciones favorables para las personas que vivimos. Que somos en su mayoría de una diversidad cultural muy grande”.

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