Hoy en día se encuentran una gran cantidad de personas que le tienen miedo a las inyecciones, por lo que se está diseñando un parche que funciona incluso mejor que éstas.

Con la ayuda de las impresoras 3D se creó un parche con componentes modelo de la vacuna y dio buenos resultados, reforzando el sistema inmunológico de los animales de prueba e incluso más eficaz de acuerdo a los médicos y nanoingenieros de PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences).

El parche se adhiere a la piel y por medio de microinyecciones indoloras, que son lo suficientemente largas para penetrar la superficie levemente, transfieren la sustancia. Se utilizó por primera vez el parche en ratones para medir si se transfiere de manera adecuada la vacuna y observar la respuesta del sistema inmune.

Después de proporcionar una dosis de vacunación los linfocitos T y los anticuerpos aumentaron su concentración en la sangre de 10 a 50 veces más en comparación con la vacuna clásica por lo que se podría ahorrar en vacunas y además con una dosis menor se conseguiría una mayor eficacia.

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Joseph M. DeSimone, de la Universidad Stanford, espera que haya un mayor progreso en el transcurso del año, para que se pueda dar aplicación a los parches ya que fácilmente se pueden usar estas vacunas en contra de COVID-19, la gripe, el sarampión o la hepatitis, afirman los científicos.

Con información de Investigación y Ciencia.

Agradecemos a Oscar Diego Rosales Arguijo por compartirnos esta información