¿Vivir y trabajar en Estados Unidos en verdad es un sueño? Reflexión del economista y filósofo Daniel Markovits

Cada año, más de un millón y medio de nuevos inmigrantes llegan a los Estados Unidos, pero para poder llegar a este país, muchos esperan años para obtener visas y otros corren el riesgo de cruzar la frontera por las montañas o el desierto peligrando sus vidas. Todo por cumplir el sueño de tener una mejor vida, dejando sus casas y familias para ir a un país desconocido en el cual se habla otro idioma y se tienen costumbres completamente diferentes.

El sueño americano que persiguen los estadounidenses y los inmigrantes está basada en una idea abstracta que refiere a que cualquier persona con habilidad, deseo y perseverancia puede llegar a la cima, sin embargo esto no es siempre posible. El economista y filósofo Daniel Markovits asegura que la idea de que en Estados Unidos la gente puede salir adelante por sus propios méritos, en la actualidad es una "farsa", afirmando que la concepción de que en este país quien persevera alcanza sus metas es equivocada.

Mucha gente logra salir adelante con mucho esfuerzo, aunque en muchos de los casos con miedo a ser deportados y entristecidos porque están lejos de sus familias o seres queridos. Al llegar allá sin conocer a nadie, lo primero es poder encontrar un trabajo y un lugar donde vivir, a como te vas acomodando tu vida comienza a tener una rutina en donde tienes que trabajar para pagar una renta, si no es suficiente el trabajo que tienes, encontrar un segundo trabajo o buscar otro que te genere más ingresos. El hecho de aceptar turnos adicionales y otros trabajos que nunca pensaste realizar, como barrer hojas secas, cortar el césped o palear nieve se vuelven parte de tu vida, se vuelven oportunidades que no puedes desaprovechar por la necesidad del dinero.

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No estoy diciendo que vivir allá no tiene sus beneficios, porque si los tiene si tienes ambiciones, metas y sueños de salir adelante, a largo plazo si trabajas muy duro por ello, aunque al principio sea demasiado difícil y pienses en darte por vencido. Esta es su reflexión, la perseverancia y la disciplina te permite cumplir con el objetivo, a pesar de los obstáculos que existan de por medio.

Para contrarrestar este efecto, Markovits comparte el ejemplo de la Universidad de Oxford, institución británica privada que se equipara con las de la Ivy League, su directora de admisiones Samina Khan asegura que han logrado la inclusión de hasta 60% de alumnos procedentes de escuelas públicas. "Estamos muy interesados en captar estudiantes de diferentes orígenes, porque la diversidad de orígenes significa diversidad de pensamiento", dice Khan a la BBC.

Markovits dice que la forma de educar en países de Europa es un buen ejemplo de una política social incluyente, según BBC.

"Una sociedad justa con una buena política social se centra en la gente común, porque la mayoría de nosotros somos gente común, no en la persona excepcional que puede romper la tendencia", señaló.

Ver artículo original de Daniel Markovits en BBC